El entrenador del Celta de Vigo, Fran
Escribá, dijo sentirse “con fuerza” para sacar a su equipo de la delicada situación en la que se encuentra, aunque entendería un relevo en el banquillo de Balaídos porque “los entrenadores estamos sujetos a los resultados”.
“Estoy convencido de que puedo darle la vuelta, sino ya no estaría aquí. Anticiparía cualquier decisión si viese que el equipo no confía en mí. No me iba a quedar por el contrato. Si el beneficio de este club es que venga otro compañero, seguiré siendo socio del Celta”, declaró tras la derrota ante la Real
Sociedad.
Preguntado por su futuro, fue claro: “No es una pregunta para mí. Mi obligación es seguir trabajando e intentar sacar esto. Confío en los jugadores y en el proyecto, y sé que tengo el apoyo del vestuario”.
Para Escribá, la expulsión de Pape Cheikh no cambió el desarrollo del partido porque, a su juicio, la Real Sociedad tuvo más “el control del juego” pero su equipo generó “más peligro” cuando se acercó al área rival.
“No recuerdo ninguna ocasión de ellos en la primera parte. La expulsión, evidentemente, nos limita, pero aun así tuvimos un par de contras que podían haber sido mucho más claras. Ellos seguían sin generarnos ocasiones y solo en una situación en la que nos quedamos momentáneamente con nueve, aunque Olaza se incorpora al inicio de la jugada había gente fuera de sitio, viene un medio rebote y nos marcan”, concluyó.
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