Si agosto fue un buen mes para el empleo, algo nada habitual, septiembre seguirá su estela. Así lo ha trasladado este jueves el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, en el avance de los datos de afiliaciones para este mes que ha elaborado su departamento. 80.000 serán los puestos de trabajo que se generen en el noveno mes del año, el quinto consecutivo en el que se mantiene esta tendencia alcista, gracias a la recuperación de la actividad que han experimentado aquellos sectores (como la hostelería) en los que se han relajado las restricciones durante el verano. “Son unos datos que nos siguen sorprendiendo”, ha reconocido Escrivá, quien también ha indicado que el número de personas en ERTE seguirá bajando, hasta situarse alrededor de las 253.000. Esto supondría una merma de 22.000 trabajadores con respecto a los registros de agosto.
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“Estamos obteniendo unos resultados bastante satisfactorios que nos refuerzan en la idea de que los incentivos diseñados para la reactivación han funcionado muy bien”, ha defendido el ministro. De confirmarse estos guarismos, en los últimos cinco meses ―desde el mes de mayo, cuando se firmó la última prórroga de los ERTE, que terminará el próximo 30 de septiembre― se habrán recuperado más de 540.000 empleos.
Según Seguridad Social, descontando la estacionalidad y el efecto del calendario, septiembre concluirá con 19,56 millones de afiliados, gracias al dinamismo que han presentado sectores como Actividades artísticas (+1,97%), Hogares empleadores (+1,38%) y Hostelería (+1,26%). Escrivá también ha destacado que en la primera mitad de septiembre el empleo asalariado creció en casi 77.000 personas respecto a la última semana de agosto, y que a mediados de septiembre el crecimiento de la afiliación acumulada es de más de 74.000 personas respecto al final de junio.
Este jueves, al mismo tiempo que se producía la presentación de los datos por parte de Escrivá, tenía lugar una nueva reunión de la comisión de seguimiento sobre los ERTE. Sin llegar a desvelar nada de lo que en ella se estaba produciendo, el responsable de Seguridad Social ha defendido que el incremento de las bonificaciones para aquellos trabajadores que abandonaran la suspensión laboral que se ejecutó en la anterior prórroga ha demostrado ser una línea beneficiosa para el empleo, pero que no ocupará el eje central de la actual negociación.
“En todas las prórrogas hemos ido cambiando las prioridades, y en este momento el volumen de las exoneraciones no es un elemento central ni una prioridad. Ahora el énfasis lo tenemos que poner en la formación y así se lo vamos a plantear a los agentes sociales. Tenemos que intentar que aquellos que aún siguen en ERTE mejoren sus conocimientos para que se reincorporen al mercado de trabajo en mejores condiciones”, ha indicado Escrivá.
Las exoneraciones en las cuotas que las empresas deben pagar a la Seguridad Social por aquellos trabajadores acogidos bajo un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) crecieron respecto a las del esquema anterior en la última negociación. De hecho, delimitar su cuantía supuso un escollo entre Gobierno y patronal, que finalmente aceptó la última propuesta del Ejecutivo, en la que se establecían mayores beneficios para los trabajadores recuperados que para los suspendidos (orbitaban entre el 95% para los primeros; y el 65% para los segundos).
Discreción con la subida del SMI
Septiembre dibuja una nueva caída en el número de trabajadores en ERTE, hasta los 253.000, de los cuales, y por primera vez, menos de 180.000 personas (176.926) están afectados por un expediente con suspensión total. Escrivá también ha matizado que dentro de este grupo, 162.000 (casi dos de cada tres) están protegidos por modalidades que conllevan exoneraciones a la Seguridad Social (sectores ultraprotegidos y cadena de valor, limitación e impedimento).
Por sectores, la reducción de trabajadores en ERTE desde la puesta en marcha del esquema del 1 de junio ha sido especialmente intensa en agencias de viaje, que ha pasado de tener al 56% de sus trabajadores suspendidos (del régimen general, sin contar regímenes especiales) al 32%; transporte aéreo y alojamiento, que se han reducido en más de 20 puntos. Por regiones, Baleares y Canarias son las que más reducción han experimentado: Canarias ha pasado de tener más del 12% de sus afiliados al régimen general al 4,9%, mientras que en Baleares, los trabajadores en ERTE se han reducido del 6,2% al 4%.
Consultado acerca de la subida de 15 euros del salario mínimo interprofesional (SMI) que ultiman Gobierno y sindicatos, Escrivá ha esquivado el golpe reclamando “discreción”. “En el Gobierno existe una posición muy coordinada y centrada sobre este asunto. Tenemos un objetivo, que es situar el SMI a la altura del 60% del salario medio en 2023, y lo que tenemos que ir ajustando es la secuencia temporal para alcanzarlo”, se ha limitado a señalar.