Tras perder el sábado el primer partido de la ‘ventana FIBA’ en Valencia ante Israel, la
selección española masculina de baloncesto se medirá este lunes a la débil Rumanía (19.30 h), de nuevo en el pabellón de la Fuente de San Luis, obligada a ganar para cerrar su clasificación para el Eurobasket 2022 y afrontar así sin dudas la tercera ventana de febrero.
España ha ganado un partido y ha perdido dos, por lo que ocupa actualmente la tercera posición del grupo A, que lidera invicta Israel y en el que Polonia es segunda con dos victorias y una derrota. Cierra el grupo Rumanía, que no ha ganado y que ocupa la única plaza que no da el pase.
Un triunfo ante Rumanía, a la que Polonia doblegó por un claro 61-91 este sábado, aseguraría por tanto la clasificación de España para la cita europea porque aún en el improbable caso de que sumara dos derrotas en la última ventana y el equipo rumano dos victorias, tendría a favor el ‘basket average’, ya que le ganó el primer partido por 71-84.
Este sábado el equipo de Sergio Scariolo firmó una buena primera parte en el choque ante Israel, pero en el arranque de la segunda se relajó y se vio sorprendido por la agresiva salida de su rival, que en apenas cinco minutos acabó con los dieciséis puntos de desventaja que tenía.
Aunque por un momento retomó el mando, la falta de recursos colectivos de España abocó a un final apretado en el que Israel tuvo las ideas mucho más claras y en el que el cansancio de Quino Colom, que con sus puntos se había convertido en la única referencia del equipo, dejó a España sin amenaza anotadora.
Al acabar, Scariolo, además de constatar ese bajón, insistió en que no pueden perder la identidad como equipo, que no es otra que defender con agresividad y compartir el balón en ataque.
Para este primer choque, el descartado fue Jonathan Barreiro y Scariolo deberá volver a elegir a un jugador para que no juegue. Uno de los factores a tener en cuenta será la torcedura de tobillo que sufrió en la primera parte de ese partido Rubén Guerrero, aunque no le impidió acabar el choque.
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