La selección española se enfrentó en los Juegos Olímpicos de Barcelona ’92 al equipo más recordado de la historia del baloncesto mundial: el Dream Team de Estados Unidos, la primera selección estadounidense que compitió en unas Olimpiadas con jugadores profesionales de la NBA, un hito del que se cumplen 30 años durante este mes de julio y agosto.
Aquel inolvidable conjunto encabezado por Michael Jordan, Earvin ‘Magic’ Johnson y Larry Bird, secundados por Charles Barkley, Clyde Drexler, Patrick Ewing, Karl Malone, Chris Mullin, Scottie Pippen, David Robinson, John Stockton y el universitario Christian Laettner, fue la gran atracción de los Juegos de Barcelona y no defraudó a quienes esperaban un gran espectáculo.
Pese a las dificultades para su formación, tanto en los despachos de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) para que se permitiera competir a los profesionales estadounidenses, como entre las propias estrellas para que pusieran sus egos al servicio de un equipo, el Dream Team llegó a Barcelona y cumplió de sobras con su papel.
El equipo de ensueño pasó por encima de Angola en su primer partido por 116-48 y se enfrentó en el segundo a la talentosa Croacia de Drazen Petrovic y Toni Kukoc, a quien realizaron una tremenda defensa que dejó el partido en un 103-70. Después superaron a Alemania (111-68) y Brasil (127-83).
“Eran nuestros referentes, los que veíamos por televisión”
Su último partido de la fase de grupos fue contra la selección local, una selección española que vivió “un oasis” en un duro campeonato tras la derrota contra Angola -el Angolazo- al enfrentarse contra el combinado norteamericano.
“Fue un oasis dentro de lo que fue el campeonato. A pesar de que perdimos por 41 (81-122), fue una gran experiencia y creo que ese día jugamos verdaderamente bien”, recordaba Rafael Jofresa, uno de los miembros de aquella selección que dirigía Antonio Díaz Miguel, durante el 25 aniversario de la histórica cita, que cumple el próximo 2 de agosto, el día exacto en que se jugó el partido, 30 años.
En el conjunto español, compuesto por Jordi Villacampa, Pepe Arcega, ‘Chechu’ Biriukov, Rafa Jofresa, Andrés Jiménez, Santiago Aldama, Tomàs Jofresa, Javier Fernández, Alberto Herreros, Juan Antonio Orenga, Quique Andreu y Juan Antonio San Epifanio ‘Epi’, recuerdan aquel partido con cariño.
“Fue un momento histórico”, recordaba ‘Epi’, que vivió en aquellos Juegos la experiencia de ser el último relevista de la antorcha olímpica en la ceremonia inaugural, pero no pudo disputar un solo minuto contra la selección estadounidense por lesión, con la que ya compitió en una cita olímpica en la final de Los Ángeles 84.
“Aquel equipo tenía tres jugadores que marcaron una era en el baloncesto NBA, Michael Jordan, Larry Bird y ‘Magic’ Johnson. Junto a ellos había otros jugadores extraordinarios”, añadía Epi.
Coincide con su capitán el entonces alero Jordi Villacampa, el autor de la primera canasta de aquel partido. “Eran nuestros referentes, los que veíamos por televisión”, apuntaba el exjugador y expresidente del Joventut de Badalona.
Tomàs Jofresa, uno de los benjamines de aquella selección, recuerda cómo la expectación que generó aquel Dream Team se vivía incluso entre el resto de selecciones durante los entrenamientos.
“Todos los equipos entrenábamos en las pistas laterales del Palau Olímpic de Badalona, excepto el ‘Dream Team’ que lo hacía en la pista central. Recuerdo a los doce del equipo mirando por los huecos de la valla como niños pequeños cómo se entrenaba el ‘Dream Team’. Tengo un recuerdo muy especial”, rememoraba
Otro de los bases, Pepe Arcega, ratificó esa sensación de tener delante a los ídolos. “Era una vivencia, tener delante a tus ídolos, jugar contra ellos y defenderlos. Fue un sueño”, apuntaba el exjugador del CAI Zaragoza.
Una fotografía para la historia
El partido comenzó con una fotografía de los equipos español y estadounidense, cuerpos técnicos incluidos, algo que no había ocurrido con ningún otro equipo al que se había enfrentado el combinado americano, en deferencia a la selección anfitriona y como muestra de ánimo tras el varapalo sufrido ante Angola.
El arranque fue veloz, con una recuperación y una internada de Villacampa para el 2-0, otro robo para la canasta de Herreros y cesta de Karl Malone para dar inicio al dominio estadounidense, que era de 30 puntos al descanso (35-65), con una jugada personal espectacular de Michael Jordan antes del cierre.
“Lo que más me admiraba de aquel equipo era la unión y la humildad que mostraban, además de la rapidez en la ejecución de los movimientos. En un segundo y medio tras el rebote ya se habían ido al ataque”, recordaba Rafael Jofresa, que mantiene una buena sensación de la actuación española en aquel duelo.
La comparte Villacampa, que recuerda un buen juego colectivo en aquel encuentro, en el que fue el segundo máximo anotador español, con 15 puntos, por detrás de los 23 del interior Andrés Jiménez. Formó parte de aquel quinteto titular Quique Andreu, que optó por tomarse aquel encuentro “como un partido normal”.
“Era el partido más emblemático, pero yo salí a defenderlos como a jugadores normales. Con el paso del tiempo veo esos vídeos y me emociono al haber jugado contra el Dream Team”, recordaba Andreu, que tuvo la responsabilidad de defender a David Robinson y luego a Karl Malone.
“Defendí a Robinson y lo cambiaron. Pensé ‘no me ha hecho un traje y lo han cambiado’. Luego me pegó un codazo Karl Malone y estuve varios días con el ojo morado, pero orgulloso“, rememoraba el entonces jugador del Zaragoza, que luego pasaría al Barcelona.
Defender a Jordan, pero con cuidado
Como Andreu, muchos jugadores españoles recuerdan perfectamente a quién defendieron esa noche: Tomàs Jofresa con ‘Scottie’ Pippen, ‘Chechu’ Biriukov con Chris Mullin, o Pepe Arcega con Michael Jordan.
“Yo lo único que pensaba es en no lesionarle, porque si lo lesionaba iba a salir en todos los periódicos del mundo”, bromeaba Arcega.
Tras el descanso se sumó a la fiesta otro de los grandes ídolos del combinado estadounidense: Earvin ‘Magic’ Johnson, que había sufrido molestias físicas los días anteriores. También lo haría Larry Bird, que acabó con 14 puntos en su casillero, los mismos que Patrick Ewing, pero por debajo de los 20 de Charles Barkley.
Con el 81-122 final y Michael Jordan conversando a la salida con el técnico español Antonio Díaz Miguel, España y Estados Unidos dieron el cierre a la fase de grupos, un paso previo para el oro de los americanos, que no se volverían a cruzar con España en un torneo olímpico hasta Atenas 2004, con un 94-102 para los americanos en cuartos de final que sería el preludio a las dos finales de Pekín y Londres, donde España estuvo cerca de arrebatarles el oro.
“Nosotros hemos mejorado mucho en todos estos años, nuestro físico se ha emparejado al de ellos, también lo hemos hecho en el juego rápido y ellos han aprendido de nuestro juego en equipo”, resumía Epi, el capitán de aquella selección que se enfrentó al Dream Team, un equipo para la historia que dejó una huella imborrable hace ya 30 años.