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España, cumbre a la vista en San Siro


La España de Luis Enrique aborda este domingo en San Siro (20.45 TVE1) la posibilidad de proclamarse campeona de la segunda edición de la Liga de las Naciones. La competición, aún incipiente, no tiene pedigrí ni la solera que concede el paso tiempo, pero de conquistarla, la Roja habrá pasado por encima de la heráldica de Alemania, Italia y Francia, su respetado rival de este domingo desde el músculo que exhibe el trío Benzema, Mbappé y Griezmann. Un título es un título y este, tras las semifinales de la Eurocopa, supondría otro espaldarazo para la reconstrucción emprendida por Luis Enrique. Tras la entrada en barrena que prosiguió al glorioso cuatrienio 2008-2012 (dos Eurocopas y un Mundial), la Roja confirmaría su regreso a la primera fila del concierto internacional.

Existe en la expedición española la convicción de que Francia es el rival que más puede explorar los límites del innegociable y atrevido estilo con el que España se desempeña bajo el mando de Luis Enrique. Entre el cuerpo técnico el consenso es generalizado sobre que la selección dirigida por el pragmático Didier Deschamps aúna dos de las características que más problemas pueden causarle a España. Por un lado, el poderío físico de los defensas y los medios galos examinará la capacidad para chocar y maniobrar con la pelota de los españoles, línea por línea más livianos que los franceses. Por otra parte, las vertiginosas transiciones que pueden desplegar sus estelares delanteros son la otra gran amenaza que pondrán a prueba el libreto del preparador asturiano. Las mejores virtudes de Francia son la némesis de la España de Luis Enrique, que siempre ha cargado con la duda de cómo soportará su idea ante las grandes selecciones.

El osado adelanto de la línea defensiva hasta el centro del campo puede ser terreno propicio para el estelar tridente ofensivo francés. “Si dibujamos un plan de partido, seguro que nadie quiere que se pierdan balones para evitar las transiciones”, opina el delantero realista Mikel Oyarzabal.

Luis Enrique y sus ayudantes no tienen dudas de que España meterá en su campo a Francia y de que la posesión también será conquistada por los jugadores españoles. El duelo ha sido preparado bajo esa premisa. “¿Alguien se puede creer que vamos a jugar a la contra?”, se preguntan con ironía desde la concentración española fijada en un hotel próximo a San Siro. “Puede ser una buena definición de que necesitan muy poco para hacer gol. En lo individual es la mejor selección del mundo. Es indiscutible el potencial de los de arriba, pueden ganar un partido con poco, pero no vamos a cambiar un ápice de lo que nos ha llevado hasta aquí, nuestra ambición, la presión adelantada y nuestra calidad”, advierte el técnico gijonés.

Luis Enrique ha hecho bandera de su insistencia de no adulterar su idea de atacar, presionar en campo contrario y abrir las defensas contrarias desde el manejo de la pelota. El preparador asturiano ha trabajado cómo desmontar la línea de cinco defensas que lució Francia contra Bélgica. La tarea es conseguir generar espacios para superar por el medio a Varane, Koundé y Lucas y en los costados a Pavard y a Theo Hernández.

“Defender con balón si somos capaces de adelantarnos en el marcador es una opción. Solo hay un balón en el campo y si lo tenemos donde queremos estar podemos generarle problemas a su espectacular línea defensiva”, prevé Luis Enrique. Cuestionado el seleccionador español por si prefería a una Francia replegada o que fuera a buscar a España a su área prefirió ocultarlo. “No voy a dar pistas, solo faltaba, ¡con lo buenos que son!”, exclamó el seleccionador español, “pero estamos preparados por si vienen a presionarnos arriba o si se plantan en bloque medio como suelen hacer”, prosiguió.

A Luis Enrique no le importaría que Francia se decantara por presionar la salida de balón española. Entre las convicciones que ha deparado el análisis de la selección gala es que solo Griezmann tiene interiorizado el esfuerzo necesario para realizar una presión adelantada. Se considera que tanto Benzema como Mbappé no tienen tanta capacidad de sacrificio como el delantero del Atlético y que ambos suelen quedarse más descolgados para propulsar los contragolpes. También existe la certeza de que España ha logrado superar recientemente a tres de las selecciones (Italia, Alemania y Suiza) que más y mejor agobian la salida del balón de los rivales.

“Si conseguimos el resultado será a través de nuestras armas. Si no llegamos, será una piedra de toque buena. Ganar una final con la selección es algo que desconocemos. Solo algunos de los que están aquí han tenido esa suerte. Recuperar esos aires de victoria sería bueno”, concluyó Luis Enrique.

Ferran es duda y Rabiot, baja por covid-19

Hasta media hora antes de la final, Luis Enrique no sabrá si podrá contar con su goleador de cabecera. Ferran Torres, 12 tantos en 21 partidos con la Roja, no se ha entrenado en los tres días posteriores a la semifinal con Italia. El delantero del Manchester City arrastra un golpe en el metatarso de su pie derecho. “Será el jugador el que decida, nosotros no vamos a forzar a nadie. Él dirá cuando salga a calentar cómo se ve de sensaciones. Siempre sin tomar ningún riesgo. Si no, no jugará y saldrá otro compañero que seguro que tiene muchas ganas de participar”, explicó el seleccionador español. Si Luis Enrique solo tiene la duda de Ferran Torres, el seleccionador francés Didier Deschamps cuenta con una baja segura. El centrocampista Adrien Rabiot no viajó de Turín a Milán al dar positivo por covid-19.

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