España – Estados Unidos, la última frontera de Pau Gasol

La larguísima carrera de Pau Gasol da para todo tipo de imágenes, las de su exultante grito al aire del Staples Center cuando ganó su segundo anillo ante los Celtics en 2010, las del salto inicial con su hermano Marc en el All Star de 2015 o las del abrazo con todos los compañeros que corrieron al banquillo donde tuvo que presenciar, lesionado, el triunfo ante Grecia en la final del Mundial de 2006. Aquel 3 de septiembre pasó a la historia del baloncesto y el escenario fue el Saitama Super Arena. La encrucijada de la selección vuelve al mismo escenario. Al alba de este martes 3 de agosto, a las 6.40 hora española, España se enfrenta en cuartos a Estados Unidos, el rival que siempre le privó del oro olímpico, su mayor desafío. Y el partido volverá a ser muy especial para aquel Pau Gasol que no pudo jugar aquella final de 2006, pero fue determinante para conquistar aquel oro legendario. A sus 41 años, está en el que puede ser el último partido de su carrera, desde luego el último con la selección española. “Toda adversidad es a la vez una oportunidad, la de conseguir algo increíble y único que no hemos conseguido nunca en otros Juegos. Sería maravilloso tener éxito y estar otra vez en la lucha por las medallas”, afirma.

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España jugará frente a Estados Unidos con esa doble carga emocional, la de derribar el muro que siempre se le ha resistido en los Juegos y el de brindarle un triunfo a Pau, que atrasaría más su carrera y que les permitiría luchar por otra medalla olímpica.

El mérito de la selección española es que fue capaz de poner en jaque a los grandísimos equipos que Estados Unidos reclutó entre la flor y nata de la NBA para evitar gatillazos como el de Atenas en 2004. España fue la que más se acercó a la victoria frente a quintetos en los que formaron estrellas de la NBA en su máximo esplendor como Kobe Bryant, LeBron James y Dwyane Wade en la final de Pekín 2008 (118-107) o de nuevo Kobe y LeBron, además de James Harden, Anthony Davis y Russell Westbrook en Londres 2012 (107-100). Allí se produjo la imagen de máximo respeto de las estrellas estadounidense hacia un rival. Recién concluida la final, acudieron todos al banquillo español para saludar a Pau Gasol. Volvió a perder España en las semifinales de Río 2016 (82-76), en el partido con el marcador más igualado. Pero por juego, Estados Unidos dominó el partido más que en otras ocasiones.

La primera final que disputó España contra Estados Unidos fue en 1984. Eran otros tiempos. La distancia entre el baloncesto americano y el resto era abismal, a pesar de que la selección estadounidense todavía no podía contar jugadores de la NBA y estaba integrada por los mejores universitarios. España celebró la medalla de plata de Los Ángeles como si fuera el oro. Perdió la final por 96-65 ante el equipo que lideraba Michael Jordan, que recién acababa su etapa en Carolina del Norte y, tras ser elegido el número uno del draft, iba a iniciar su carrera con los Chicago Bulls.

Una de las imágenes más desoladoras en la carrera de Pau Gasol es una en la que se le ve de rodillas en la cancha del OAKA de Atenas lamentándose después de perder ante una de las selecciones más vulnerables de Estados Unidos. El juego de la selección española había sido magnífico y aquel fue el único partido que perdió en aquellos Juegos, los primeros de Pau, pero le remitió a la séptima plaza. España ha ganado dos veces a Estados Unidos en partidos de competición oficial. Uno fue en el Mundial de 1982 en Cali, por 109-99, y el otro en el de 2002, en Indianápolis, por 81-75.

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El equipo de Estados Unidos que dirige Gregg Popovich en Tokio perdió el primer partido ante Francia por 78-83. Fue la primera derrota de la selección estadounidense en unos Juegos de 2004. Pero tras el revés ante Francia, arrolló a Irán por 120-66 y a la República Checa por 119-84. Antes, en el último partido de preparación en Las Vegas, superó a España 83-76. Su quinteto inicial es el formado por Lillard, Booker, Holiday, Kevin Durant y Adebayo, y entre los jugadores que salen desde el banquillo destacan Middleton, Tatum, LaVine y Draymond Green. Sergio Scariolo hizo énfasis en la competitividad que siempre ha demostrado España, también en el partido que perdió el domingo ante Eslovenia. “Siempre les hemos dado guerra, hemos dado la cara, siempre les hemos tuteado. Ése es el objetivo y luego, cuando entras en el último cuarto, en los cuatro o cinco últimos minutos puede haber muchas variables”, asegura el seleccionador. El partido no tiene medias tintas. Si gana, España volverá a estar en la lucha por las medallas, como en Río 2016 (bronce) y Londres 2012 y Pekín 2008 (plata); si pierde, quedará eliminada y el partido supondrá la despedida del mejor jugador de su historia.

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