España le toma el pulso al favorito en un partido único

Vigente campeón olímpico frente a actual campeón mundial. Poco más puede pedirse al último test de la selección española antes de los Juegos de Tokio. El Estados Unidos-España de la madrugada del domingo al lunes en Las Vegas (03:00 en directo por Cuatro y reemisión a las 12:00) sería el partido del año si no fuera porque se trata de un ensayo previo a la gran cita olímpica que arranca en unos días.

España llega con la baja de Juancho Hernangómez, no descartado pero improbable para Tokio, y sin Alocén, que se quedó en Madrid por protocolo Covid. Estados Unidos ha perdido por el virus a Bradley Beal y Jerami Grant, sustituidos por Keldon Johnson y JaVale MacGee. Esas bajas de última hora y el hecho de que perdieran los dos primeros partidos de preparación, ante Nigeria (87-90) y Australia (83-91), conceden algunas opciones de los hombres de Scariolo, que cuentan los cuatro choques disputados hasta ahora por victorias.

“Tenemos ganas. Siempre es especial jugar contra Estados Unidos y en su casa más aún”, decía ayer el alero valenciano Víctor
Claver. “Servirá para ver cómo están ellos y nosotros. Tener un rival con el que podamos cruzarnos será motivador”, agregó en declaraciones facilitadas por la Federación Española.

También habrá que ver hasta qué punto los técnicos muestran en un partido así algunas alternativas tácticas posibles, a riesgo de perder el factor sorpresa en un posible cruce en Tokio.

Pese a la ilusión que despierta jugar el partido en los jugadores españoles, Claver recordaba que el objetivo es ultimar la puesta a punto. “Hay que pensar en nosotros, en el trabajo que estamos haciendo, que es bueno y se vio contra Francia. No nos preocupa cómo estén ellos porque necesitan un proceso de adaptación al basket FIBA y hay jugadores que no han estado nunca en la selección. Eso no quita que tengan mucha calidad y en cualquier momento te pueden dar un susto”.

Sobre el nivel de la preparación del combinado de Scariolo, Claver ha sentido optimista. “Vamos asimilando conceptos lo más rápido posible y hay que estar con los cinco sentidos puestos para que no se escape nada”, ha concluido.

Estos últimos días de entrenamientos deberán servir al seleccionador español para acabar de tomar la decisión sobre los descartes, un proceso pendiente de conocer la situación de Juancho
Hernangómez, que viajó con la expedición española y debía ser evaluado por los médicos de su equipo, Minnesota
Timberwolves, para determinar el nivel de riesgo al que se puede someter.


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