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España no volverá al nivel de paro previo a la pandemia hasta 2026, según el FMI


El pesimismo se cierne sobre el futuro de la economía española. No es solo que este año el producto interior bruto vaya a caer como no lo había hecho desde la Guerra Civil; que el desplome vaya a ser el mayor de entre todas las economías desarrolladas o que el desajuste en las cuentas públicas y la elevada deuda corra el peligro de cronificarse. El mercado laboral, uno de los puntos débiles de la estructura económica de España tanto en tiempos de bonanza como de crisis, ofrece unas perspectivas muy negativas.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) no cree que España vaya a recuperar su tasa de paro previa a la pandemia al menos hasta 2026, es decir, siete años después de 2019, el año en el que la palabra coronavirus no era omnipresente. Y para este año y el próximo el panorama será especialmente malo, con una tasa del 16,8%. En 2021 se creará empleo, pero solo se recuperará uno de cada cinco empleos perdidos este año, siempre según las previsiones del Fondo. Tras la destrucción de cerca de un millón de empleos que estima el organismo para este año, la creación de nuevos puestos de trabajo será de menos de 200.000 en 2021, según sus economistas.

Los trabajadores españoles empezaron 2020 con buen pie. Después de una crisis que en 2013 disparó la tasa de desempleo hasta el 26%, la economía enlazó seis años con descensos consecutivos, hasta alcanzar el 14%, un porcentaje que en otros países parecería una catástrofe nacional pero que en España no suena del todo a negativo. Pero el shock del coronavirus va a dejar un profunda huella. Según las previsiones del FMI, la tasa de paro seguirá en niveles superiores al 14% al menos hasta donde le llega la vista al organismo con sede en Washington, es decir, hasta 2025.

Y los datos podrían ser mucho peores. Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) han logrado el efecto de contener la sangría del desempleo. Ahora hay 728.000 personas afectadas por ERTE, unos mecanismos de protección del empleo que el pasado abril llegaron a sumar 3,4 millones de trabajadores. Pero esta cifra previsiblemente va a aumentar con las nuevas soluciones que ofrece el decreto pactado el pasado mes de septiembre por el Gobierno y los agentes sociales.

De hecho, la previsión del Fondo ha mejorado sustancialmente respecto a la anterior gracias a los efectos de los ERTE. En su anterior informe, el organismo que encabeza Kristalina Georgieva preveía una tasa de paro del 20,8%, frente al 16,8% actual: cuatro puntos porcentuales de menos desempleo que se explican por el efecto de los ERTE.

Al igual que ocurre con la caída de la actividad este año, es difícil encontrar economías desarrolladas con una tasa de paro comparable al 16,8% que alcanzará España este año. En Europa, solo Grecia ofrece peores cifras, con un porcentaje del 19,9%. Italia repuntará al 11%, Francia al 8,9% y Alemania a un envidiable 4,3%.

El aumento del paro no es un fenómeno solo español, aunque en España el problema sea especialmente acuciante. “Nuestras proyecciones de crecimiento implican descensos de la actividad y elevado desempleo este año y el próximo tanto en las economías avanzadas como en las emergentes”, señala el documento Perspectivas Económicas Mundiales, publicado el martes por el FMI.

La Organización Internacional del Trabajo estima que la reducción en todo el mundo de horas trabajadas en el segundo trimestre de 2020 respecto al último de 2019 equivale a la pérdida de 400 millones de empleos a tiempo completo. Las mujeres, especialmente las que trabajan en la economía informal, son las que más afectadas se han visto por los confinamientos decretados por las autoridades para frenar al coronavirus.


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