Un caza Eurofighter del Ejército del Aire español durante unos ejercicios en octubre pasado en Canarias.

España ofrece el envío de cazas a Bulgaria para contribuir a los planes de disuasión frente a Rusia

España ha ofrecido el envío de cazabombarderos del Ejército del Aire a Bulgaria, como parte del despliegue disuasorio de la OTAN en el este de Europa, y ha adelantado a la próxima semana la incorporación de la fragata Blas de Lezo a la flota permanente aliada que patrullará el mar Negro en un momento de máxima tensión con Rusia por la amenaza de invasión sobre Ucrania. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha ratificado este jueves el compromiso de España con la Alianza Atlántica, pero ha apostado por la “desescalada” y por una salida diplomática para la actual crisis.

El Ejército del Aire ya desplegó en febrero de 2021 seis Eurofighter en la base aérea de Mihail Kogalniceanu, en las proximidades de la localidad de Constanza (Rumania), desde donde realizaron patrullas de vigilancia en el mar Negro y este año, el Estado Mayor de la Defensa ha ofrecido repetir la misión en Bulgaria, si se resuelven los problemas logísticos que acarrea la operación. El despliegue sería paralelo al que, por novena vez, cazas españoles realizarán a partir de primavera y durante cuatro meses en Lituania, para proteger el espacio aéreo de las repúblicas bálticas de eventuales incursiones rusas.

Además, el Ministerio de Defensa ha adelantado a la próxima semana la incorporación de la fragata Blas de Lezo a la flota permanente de la OTAN (SNMG-2), que navegará por el Mediterráneo oriental y el mar Negro. Estaba previsto que la Blas de Lezo, una de las fragatas más modernas de la Armada española, con base en Ferrol (A Coruña) y 215 marineros a bordo, se incorporase en las próximas semanas a la operación aliada pero, ante la tensión con Rusia, la OTAN ha decidido tener todas sus fuerzas permanentes al completo y no a medio gas como es habitual. El buque de acción marítima (BAM) Meteoro ya zarpó el pasado lunes desde el arsenal de Las Palmas (Gran Canaria) para mandar, durante los próximos seis meses, la flota de medidas contraminas de la OTAN (SNMCMG-2), que también tiene previsto operar en el Mediterráneo oriental y el mar Negro.

Desde la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, España participa activamente en las medidas que ha tomado la OTAN para reforzar su flanco este. Su principal contribución a este despliegue disuasorio es el contingente mecanizado, con 346 militares y vehículos de combate Leopardo y Pizarro, estacionados en la base de Adazi (Letonia), a 120 kilómetros de la frontera rusa. La misión de este batallón multinacional bajo mando canadiense (y de los otros tres desplegados en Lituania, Estonia y Polonia) es mostrar la solidaridad aliada y advertir a Rusia de que una agresión contra estos países sería una declaración de guerra a toda la Alianza Atlántica.

Un caza Eurofighter del Ejército del Aire español durante unos ejercicios en octubre pasado en Canarias.
Un caza Eurofighter del Ejército del Aire español durante unos ejercicios en octubre pasado en Canarias.Elvira Urquijo A. (EFE)

Estos movimientos militares estaban ya previstos antes de que se produjese la actual escalada de tensión por la acumulación de tropas rusas en la frontera este de Ucrania. La novedad es que la OTAN ha reunido por primera vez con carácter extraordinario a su Comité Militar y ha dado instrucciones de acortar los tiempos de alistamiento y respuesta de su fuerza de reacción para que la maquinaria bélica esté engrasada y lista para el combate.

Pese a ello, fuentes aliadas reconocen que ni siquiera en el peor de los escenarios se contempla un conflicto militar con Rusia por Ucrania. Este último país no pertenece a la OTAN y, en consecuencia, no está cubierto por el artículo 5 del Tratado de Washington, que compromete a la defensa mutua de los aliados en caso de agresión. Precisamente, uno de los objetivos de Moscú en la actual crisis es obtener garantías de que Ucrania nunca entrará en la Alianza Atlántica. Otra cuestión es que la OTAN, que tiene con Ucrania acuerdos de asociación, apoye al Gobierno de Kiev con el suministro de armamento o asesoramiento e instrucción militar. Además, en caso de que se agravara el conflicto en Ucrania, la OTAN optaría por reforzar el despliegue militar en su flanco este para garantizar la seguridad de sus aliados y disuadir a Moscú.

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