España recuperará el PIB previo a la pandemia en 2023, al mismo tiempo que Francia y antes que Italia

Un local cerrado en el barrio madrileño de Malasaña.
Un local cerrado en el barrio madrileño de Malasaña.Samuel Sánchez

La reunión que esta semana celebra el Fondo Monetario Internacional (FMI) no será recordada como una más. La gran asamblea del organismo de este año se diferencia de todas las demás porque en esta ocasión no ha llevado a Washington a cientos de analistas, políticos y periodistas, que han tenido que seguir las reuniones desde sus casas. Pero mucho más importante para España es el descomunal jarro de agua fría que la institución liderada por Kristalina Georgieva ha echado sobre sus expectativas económicas.

El FMI anticipa para este año un desplome de la actividad en España mayor que en cualquier otro país desarrollado. El agujero en las cuentas públicas tampoco tiene parangón en su entorno. Sin embargo, a medio plazo esta comparación se atempera. Los economistas del Fondo creen que España recuperará el nivel de actividad que tenía antes de la pandemia en 2023. Es un año más tarde que Alemania, sí. Pero al mismo tiempo que Francia y un año antes que Italia.

Todas las previsiones a años vista hay que cogerlas con pinzas. Y mucho más en tiempos como los actuales, en los que la incertidumbre es la palabra que más abunda en los informes de economistas y laboratorios de ideas. Pero si los pronósticos del organismo están en lo cierto, el rebote de la economía permitirá a España retomar en cuatro años el PIB que tenía en 2019, antes de que la pandemia arrasara medio mundo.

En 2023, acompañarán a España en la recuperación países como Francia, Reino Unido, Bélgica, Austria o Grecia. Se adelantarán otros como Alemania, Portugal, Países Bajos, Finlandia o Estados Unidos. Todos ellos recuperarán el nivel precrisis en 2022. Lituania e Irlanda lo harán ya en 2021. Y China será el único que no tenga nada que recuperar. El país en el que empezó a extenderse el coronavirus logrará la tarea titánica de crecer en un año en el que la economía global se viene abajo. Y en 2025 su economía será un 37% mayor que antes de la pandemia.

En el extremo opuesto están países como Italia, México y Japón, que tendrán que esperar a 2024 para la recuperación. Y, siempre según los cálculos del FMI, otros como Argentina no volverán a la riqueza que tenían el año pasado ni siquiera en 2025.

Pero, ¿por qué el FMI prevé una salida más rápida de la crisis para España que para Italia o Japón? Por el efecto rebote. Los economistas del organismo con sede en Washington anticipan un desplome monumental del PIB español del 12,8%, mientras que en Italia el golpe será menor, del 10,6%. Pero los años siguientes el crecimiento será más fuerte en España. Esta previsión se hace siempre asumiendo la idea de una recuperación de la crisis sanitaria. Y que esta traiga consigo una vuelta de los consumidores a sectores como el turismo, la restauración y el ocio que solían tirar de la economía española. Esa es la previsión base. Porque la posibilidad de que esos sectores no se recuperen jamás traería consigo unos pronósticos mucho más lúgubres.

De aquí a cinco años, la economía que más posiciones habrá ganado será sin duda la china. El PIB de Irlanda o Japón estará en 2025 más del 10% por encima del que tenían en 2019. Estados Unidos rondará el 8%. Y en los grandes países europeos el crecimiento será más limitado: el PIB de Portugal habrá crecido en 2025 un 7%, el de Alemania, España o Países Bajos un 5%, el de Francia un 4% y el de Italia ni siquiera llegará al 3%.


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