Apenas 23 horas después de su clasificación para los cuartos de final de la Eurocopa 2020 en el estadio Parken de Copenhague, la selección española ya se entrenó a 1.400 kilómetros de distancia, en el estadio Pretrovsky de San Petersburgo, rumbo al duelo del próximo viernes en esa ciudad, pero en diferente campo, contra Suiza por una plaza en las semifinales.
Hora y media después de aterrizar en la ciudad rusa, Luis Enrique Martínez dispuso de todos sus futbolistas para la sesión de recuperación a puerta cerrada en ese estadio, cercano al hotel de concentración del equipo, incluidos Sergio Busquets, José Luis Gayà y David de Gea, tras padecer diferentes molestias los últimos días.
El guardameta las sufrió en el glúteo izquierdo en el entrenamiento de la víspera al encuentro de este lunes, aunque luego estuvo en el banquillo, mientras que los otros dos jugadores terminaron con ellas el último partido frente a Croacia, aunque el propio Luis Enrique confirmó que estarán aptos para el duelo de los cuartos de final del torneo del próximo viernes en San Petersburgo.
“Era cansancio muscular, calambres por la intensidad tan alta y la tensión emocional. Es lógico y normal. Cualquiera de los 24 puede ser titular en esta selección, no varía en nada el rendimiento y es una garantía para seguir avanzando en esta Eurocopa. Vamos a recuperar a todos y veremos contra quien nos enfrentamos y qué once ponemos”, afirmó el técnico en la rueda de prensa tras ganar por 3-5 a Croacia, en el segundo duelo seguido con cinco tantos a favor.
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