A golpe de riñón y con una buena dosis de sufrimiento, España escapó viva de una situación peliaguda contra Polonia (26-27) que le sirve para enderezar su situación en el Mundial tras el empate inicial con Brasil. Ya en la segunda jornada le esperaba un cruce relevante para sus aspiraciones futuras en el torneo, e incluso inmediatas, y fue capaz de encontrar las soluciones suficientes para sacarlo adelante pese al nuevo apagón de sufrió mediada la segunda parte. Enfrente tuvo a Morawski, un coloso en la portería (17 paradas) y una potente batería de lanzamiento exterior. El triunfo le coloca líder de grupo con tres puntos y este martes frente Túnez (18.00, Teledeporte) le aguarda un cruce clave para rematar el pase a la segunda fase.
“Nos llega muy pronto la primera final”, había advertido Viran Morros, un viejo zorro que se las sabe todas en estos campeonatos. Tal vez pensando que la escasa preparación (solo un partido antes de viajar a Egipto y dos en todo 2020) y la veteranía del grupo requerían un arranque más al ralentí, sin muchos agobios. Pero el empate imprevisto ante la canarinha el pasado viernes redujo el margen de error de España y la selección respondió de inicio con un mejor pulso que el exhibido frente al conjunto sudamericano. No fue una puesta en escena de rompe y rasga, pero sí tuvo una letra más legible.
Morawski no realizó ninguna parada en el debut contra Túnez, pero ante España se convirtió en una muralla. No tardó en hacerse presente. Sus paradas y algunos fallos de la selección en los lanzamientos desde los seis metros impidieron a los Hispanos coger más ventaja. La aparición en cancha de Entrerríos, sin embargo, impulsó a los muchachos de Jordi Ribera. Con su acierto exterior (tres de tres en la primera parte) y sus pases (dejó uno fantástico a Figueras sin mirar), España tomó más aire. Hasta entonces, la selección no había sacado gran rédito a las pérdidas constantes de Polonia (11 en el intermedio y 16 al final, por las siete de España). A la mejoría de la selección también se sumó en la portería Rodrigo Corrales, que no quiso ser menos que su colega. Al intermedio: 11-14.
La segunda parte empezó al ritmo de los hermanos Dujshebaev, que sumaron cuatro de los primeros tantos de su equipo y la selección alcanzó en el minuto 34 su máxima renta (12-17). Pareció que había logrado domar a Polonia, pero aquello, en realidad, resultó un efecto óptico. Un parcial de 8-2 volteó el marcador (20-19) y abocó el encuentro a una cuestión milimétrica. Morawski se multiplicaba y el lanzamiento exterior de los polacos hacía mucho daño. España, como ante Brasil, había vuelto a perderse en la segunda parte.
Entonces volvió a surgir Entrerríos, decisivo en este arranque de Mundial, que esta vez encontró la alianza de Ángel Fernández. Entre los dos sumaron cuatro tantos en el tramo definitivo. Sicko, que tiene un cañón en el brazo derecho, amarró a su equipo al partido (25-25, minuto 57), pero un tanto del extremo y otro de Cañellas terminaron de rendir a Polonia.
Polonia, 26 – España, 27
Polonia.Morawski (P), Sicko (6), Moryto (5, 4 de pen), Dawydzik,Czuwara (1), Majdzinski (3), M.Gebala (3), Pilitowski, Olejniczak (3), Daszek, Walczak (1), Chrapkowski, Krajewski, Przybylski (2) y T.Gebala(2).
España: Corrales (P), Pérez de Vargas (P); Entrerríos (5), Sarmiento, Maqueda (1), A. Dujshebaev (2), Cañellas (1), Morros, D. Dujshebaev (5), Solé (2, 1 de pen), Gómez (2, 1 de pen), Fernández (5), Ariño, Figueras(2), Guardiola y Marchán (2).
Parciales cada cinco minutos: 1-2, 2-4, 5-7, 6-7, 8-9, 9-12, 11-14–descanso– 13-18, 17-19, 20-20, 22-23, 24-25 y 26-27.
Árbitros: Vaclav Horacek y Jiri Novotny (RCH). Excluyeron dos minutos a Olejniczak, Daszek, Sicko, M.Gebala, T.Gebala y Walczak por Polonia, y a Morros y Guardiola por España.
New Capital Sports Hall.
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