Un triunfo no certificaría el pase a cuartos de final pero sí dejaría a España dependiendo de sí misma no solo para lograr el mismo sino para hacerlo además como primera de grupo. Y una derrota no significaría su eliminación matemática, pero sí le obligaría a la épica en la última jornada para no protagonizar un inesperado y prematuro adiós a los Juegos. El fútbol masculino, una de las grandes esperanzas de oro de la delegación española en Tokio, se la juega este domingo (12.30 hora peninsular) ante Australia. Tras el tropezón que supuso empatar (0-0) en el debut ante Egipto, los de Luis de la Fuente se miden a un cuadro ‘aussie’ que ya sorprendió a Argentina (0-2) para llegar a este duelo con 2 puntos más que España. Toca dar un golpe en la mesa, y el seleccionador, que no pondrá contar con los lesionados Dani Ceballos y Óscar Mingueza, tirará de rotaciones para refrescar el equipo.
¿Qué resultado habrá en el Australia-España?
Se esperan permutas en todas las líneas de jugadores de campo e incluso existe duda en cuanto a que Álvaro Fernández pueda desbancar a Unai Simón bajo palos. En lo que respecta a la zaga, las molestias musculares que dejan fuera a Mingueza propiciarán que el flanco derecho sea para el espanyolista Óscar Gil, uno de los descartados en el debut, con Eric Garcia y Pau Torres manteniéndose en el eje y Cucurella opositando a hacerse con el puesto de lateral izquierdo en detrimento de Miranda. En cuanto a la medular, la dura entrada que recibió ante Egipto ha hecho mella en el tobillo y el pie izquierdo de Ceballos, y en su lugar entrará Carlos Soler para situarse cerca de Pedri. Por detrás de ambos, se posicionaría Martin Zubimendi para dar equilibrio al equipo a pesar de que por ello Luis de la Fuente tenga que prescindir de Mikel Merino. Respecto a la línea de tres cuartos, la frescura que aportó el jueves le valdría a Bryan Gil para hacerse con un hueco en el ‘once’ titular siendo Marco Asensio el sacrificado y propiciando que Dani Olmo cambiase de banda. Y en la punta de lanza Rafa Mir, el único delantero referencia de los 22 citados, dejaría de inicio en el banquillo a Oyarzabal. En definitiva, no se trata de una revolución pero sí de un zarandeo al avispero buscando que el equipo tenga un mayor ritmo de juego que el mostrado ante Egipto.
La gestión de la posesión, clave
Previsiblemente, tal y como sucedió frente a Egipto cuando acumuló más del 70%, España disfrutará de mayor porcentaje de posesión de balón que el rival, pero la gestión de la misma es lo que marcará el devenir del encuentro. Australia demostró ante Argentina que es un equipo que no estira más el brazo que la manga. Su técnico Graham Arnold apostó entonces por un 4-4-2 clásico centrado en no cometer errores y predispuesto para hacer daño al contragolpe. La fórmula dio buenos frutos frente a la Albiceleste y por ello es lógico pensar que, aplicando aquello de que lo que funciona no se toca, ante España planteará el encuentro de la misma forma.
En el aspecto individual, Harry Souttar, central del Stoke City, y Daniel Arzani, joven talento perteneciente al Manchester City que este curso ha estado a préstamo en el Utrecht neerlandés y el Aahrus danés, son de lo poco que puede sonar al gran público. Pero tal y como se vio ante Egipto, solo con el nombre no se gana. España, aunque favorita al triunfo, está sobre aviso.
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