España sigue chata


Sin Ansu Fati, que estará cuatro meses de baja tras ser intervenido del menisco de la rodilla izquierda, y con las dudas que genero la falta de gol en la anterior ventana de octubre, un gol en tres encuentros, la España de Luis Enrique retoma la actividad este miércoles ante Países Bajos en el Johan Cruyff Arena (20.45, La1). Un amistoso ante una primera potencia previo a los dos partidos de la Liga de Naciones en los que La Roja tiene que certificar el liderato del grupo ante Suiza, el sábado, en Basilea, y Alemania, el martes, en Sevilla, para estar en la final a cuatro de esta segunda edición del torneo.

La baja del joven delantero azulgrana ha supuesto un contratiempo desde lo anímico y lo futbolístico. Su irrupción en La Roja en septiembre supuso una inyección de energía renovadora para una selección alicaída, aplastada aún por el recuerdo de los tiempos de gloria y la secuencia de fiascos iniciada en el Mundial 2014. En apenas cuatro partidos, Fati se había convertido en la bandera de la segunda etapa de Luis Enrique al frente de la selección. Hacía tiempo que un debutante no despertaba tanto entusiasmo. Incluso la transformación del sistema ofensivo que anunció el seleccionador en su retorno al cargo en septiembre parecía diseñada a su medida.

Según explicó el técnico, se trataba de rebajar el número de ataques que culminaban con centros al área desde los costados porque la producción goleadora no era la esperada. La falta de un nueve resolutivo que tanto acusa España desde David Villa le obligó a buscar otros caminos hacia el gol. En ese nuevo plan, que contemplaba a los extremos jugando mucho por dentro y a los centrocampistas pisando mucha área, Fati se antojaba esencial por la naturalidad con la que a su edad entiende el juego y por su buena relación con el gol. Con su figura, Luis Enrique alumbró la posibilidad de recuperar la figura del falso nueve o de al menos de jugar en el centro del ataque con un delantero de características menos convencionales.

El recurso de Adama

Ese plan con Fati como el jugador señalado a vehicular el juego ofensivo ha quedado quebrado hasta marzo, cuando la selección volverá a entrar en escena. Sus tiempos de recuperación para esa convocatoria, de suma importancia porque será la última antes de la Eurocopa, estarán muy ajustados. De momento, para reemplazarle, Luis Enrique eligió a Marco Asensio. Con aspirantes como Portu o Pablo Sarabia, la elección apunta más a que el seleccionador siempre tuvo en su cabeza una delantera con el madridista, esperando que alcance un estado óptimo de forma tras haber superado una grave lesión de rodilla. Desde su primer aterrizaje en el banquillo de la selección, en septiembre de 2018, Luis Enrique siempre estimó a Asensio como una pieza de peso para un ataque sin la contundencia deseada. “Marco es un jugador que me encanta, lo he traído en el 99% de las veces. Ha vuelto a jugar, creo que a un buen nivel, aunque está lejos de su máximo”, admitió Luis Enrique. “Aún me queda un poco”, reconoció el jugador.

El registro de solo un tanto en la última ventana (0-0 con Portugal, victoria por 1-0 ante Suiza y la derrota, 1-0, ante Ucrania) fue alarmante por la elevada producción de jugadas de gol sin concretar. Principalmente en el varapalo de Kiev, donde Adama Traoré se hinchó a desbordar y a tirar centros que no encontraron rematador. Curiosamente el impacto del extremo del Wolverhampton supuso un retorno a la secuencia centro-remate. “Adama es un recurso más”, dijo Luis Enrique.

La primera solución que ha buscado Luis Enrique para intentar rentabilizar las ocasiones el regreso de Álvaro Morata, un goleador ciclotímico cuyas rachas suelen estar ligadas a su estado anímico, a veces, incluso por encima de su forma física. El seleccionador dijo haber apreciado ese punto de euforia que le afila ante los goles. “Le veo exultante, no está aquí por los goles, además tiene la plena confianza de su entrenador”, concluyó el técnico.

De Jong carga contra los amistosos

La estrechez del calendario y el desgaste físico al que somete a los jugadores ha provocado críticas de estos a los partidos amistosos entre selecciones. El internacional holandés Frenkie de Jong cargó este martes contra la disputa del encuentro de este miércoles entre Países Bajos y España. “Los amistosos con la selección no eran necesarios. No era necesario jugar este amistoso. No son partidos que nos den puntos o algo para una clasificación”, advirtió el centrocampista del Barcelona. Este encuentro estaba programada para marzo, pero la crisis del coronavirus obligó a su aplazamiento. “Todo el mundo sabe que el calendario siempre está ocupado, pero este año está un poco más cargado aún. Es un tema que hay que hablar, pero tratamos de prepararnos lo mejor posible y mantenernos en forma”, prosiguió el volante holandés. Su queja se suma a la advertencia que hace una semana ya hizo el sindicato mundial de futbolistas (Fifpro). “La gestión actual del calendario durante este periodo de emergencia carece de consideraciones suficientes para la salud, bienestar y rendimiento, y requiere una revisión urgente”, denunció el sindicato en un comunicado.


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