La selección española ha vuelto este sábado a los céspedes del Massey Sports Institute de Palmerston North, su cuartel general para el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, para una sesión de recuperación tras la victoria conseguida la víspera frente a Costa Rica.
El entrenamiento de hoy fue dividido en dos grupos: mientras que las titulares del partido se concentraron más en el gimnasio, las tres porteras y las diez suplentes realizaron trabajos de campo, en una intensidad moderada. En el campo, los ejercicios, cuyos primeros quince minutos fueron abiertos a la prensa, estuvieron centrados en pases y conducción del balón a fin de perfeccionar la precisión, agilidad y coordinación del equipo.
Las dudas sobre las condiciones físicas de Alexia Putellas poco a poco se van disipando, ya que la Balón de Oro entró en los últimos quince minutos del triunfo español ante Costa Rica la víspera, disputado en el Estadio Regional de Wellington, y exhibió buena forma en las prácticas de hoy.
Con un autogol de la defensa costarricense y anotaciones de Aitana Bonmatí y Esther González, España conquistó en su debut su primera victoria en este Mundial 2023, en el que parte como una de las favoritas. Aitana, además, fue elegida como la mejor jugadora del encuentro.
Las españolas ocupan así el primer puesto del grupo C, por delante de Costa Rica, Japón y Zambia, que se medirán este sábado en el estadio de Hamilton. El segundo reto para La Roja será el próximo 26 de julio, cuando se enfrentará a Zambia en el Eden Park de Auckland, la ciudad más poblada de Nueva Zelanda.
Para este duelo, el seleccionador, Jorge Vilda, dejó entrever que probablemente el once inicial sufrirá cambios, ya que buscará optimizar la versatilidad de su equipo para “adaptarse” a las características de juego del rival. Durante los próximos días, el combinado español mantendrá los entrenamientos en su base operativa y tiene previsto viajar rumbo a Auckland el martes próximo.