Xabi Alonso tuvo un debut inmejorable a los mandos del Bayer Leverkusen. El entrenador vasco empezó su nueva aventura con una goleada al Schalke 04 y sacudió un poco la crisis que ha venido atravesando su equipo y que llevó al cese del antiguo técnico, Gerardo Seoane.
El Leverkusen salió con un 3-4-3 bastante ofensivo en el que los dos carrileros, Jeremie Frimpong y Mitschel Bakker, funcionaban más como extremos que como laterales.
Sobre todo Frimpong, por la derecha, en sociedad con Mousa Diaby, causaba inquietud permanente en la defensa del Schalke.
La primera llegada, que terminó con un remate de Diaby a la red exterior en el minuto 5, fue fruto de una combinación entre los dos.
El Leverkusen se apropio de la pelota desde el comienzo, cuando la perdía se mostraba muy activo en el trabajo de recuperación en la mitad contraria y era poco lo que le permitía al Schalke.
El dominio del equipo de las aspirinas era claro pero las ocasiones escasas. Sin embargo el gol llegó, con un remate de zurda de Diaby en el minuto 38. Y en el 48 llegó el segundo, marcado por Frimpong a pase de Diaby en una jugada que había iniciado Callum Hudson-Odoi en la banda izquierda tras deshacerse de dos contrarios con sendos regates.
En el 53, en una jugada de contragolpe, Frimpong marcó el tercero, otra vez a pase de Diaby, y en el 90 Paulinho, que acababa de entrar por Hudson-Odoi, hizo el cuarto.
Con la victoria el Leverkusen sale de la zona del descenso directo pero lo más importante es que puede haber sido una señal para cambiar la tendencia y las sensaciones en el equipo.
El colista Bochum, por su parte, dio una sorpresa al golear por 3-0 al Eintracht Fráncfort con goles de Philipp Hoffmann, un remate de cabeza en un saque de esquina en el 69, un gol en propia puerta de Ndicka en el 87 y un remate desde la frontal de Philipp Forster en el 91.
Se trata de la primera victoria del Bochum en las nueve jornadas que lleva el torneo alemán. Por último, el Augsburgo y el Wolfsburgo empataron a un gol.