Protagonismo hoy para De Marcos, uno de los capitanes del Athletic. Rueda de prensa virtual ofrecida por el club rojiblanco para mantener la actividad ante el paréntesis competitivo por la pandemia del coronavirus.
¿Cómo pasó el día en el que se iba a jugar la final de Copa?
Nos vestimos del Athletic todos en casa, hicimos vídeollamadas con mi familia y la de mi mujer, una comida especial… Realmente no hicimos nada más. Por desgracia no se ha podido jugar, seguro que más adelante la jugamos y ya lo viviremos de otra forma.
¿Cómo está de su lesión?
Estoy mucho mejor, este tiempo en casa ha hecho que me recupere. No sé si del todo, pero he avanzado mucho. Las lesiones necesitan tiempo y en mi caso me lo está dando el confinamiento. Hay que buscar algo positivo en esta situación tan delicada.
¿Algún equipo le ha ‘perseguido’ para ficharle o le ha hecho dudar para salir del Athletic?
El único equipo que me ha perseguido es el de mi pueblo, el Rioja Alavesa Lucerna, y ya saben que volveré cuando esto acabe. Así que nada, aquí estoy muy bien.
¿Tiene algún significado especial el dorsal 18?
Claro que tiene un significado especial, antes que yo lo llevó Gurpegi, que para mí ha sido la referencia dentro del equipo desde que llegué al Athletic. Es una persona con la que he compartido muchos años y de la que he podido aprender mucho. Tiene unos valores que representan en toda su esencia al Athletic y cuando él se fue tuve la opción de cogerlo. A su vez, Iker también quería el 10, porque había sufrido una lesión con el 19 y no tenía buenas sensaciones con ese número. Los dos íbamos a estar muy contentos, nadie nos puso impedimentos y lo hicimos así.
¿Está viendo en televisón partidos históricos, del Athletic?
Sí, hemos visto bastantes. Itu me ha escrito bastantes días que han salido partidos en Gol. Cuando me pongo en la cinta a correr y tenemos sesiones un poco largas, me pongo algún partido porque, si no, se me hace muy pesado. Para recordar viejos tiempos y buenos tiempos.
¿Cómo cree que afectará el parón a la Liga?
Al final, esta situación va a afectar a todo. Igual que a todos los trabajadores, a nosotros y a la Liga también. Esperemos que se pueda volver a jugar lo antes posible, significará que la situación ha mejorado. Nosotros estaremos a disposición del club, intentando que la Liga acabe de la manera más justa posible, siempre que no se ponga en riesgo la salud que, lógicamente, es lo más importante.
¿Qué sintió cuando pisó por primera vez el vestuario del Athletic?
Muchas cosas a la vez, miedo, nerviosismo, orgullo… Es una situación que por mucho que te la imagines hasta que estás dentro no sabes hasta dónde has llegado. Me acuerdo que llegué a Isla Canela, era la tarde libre de los jugadores, el hotel estaba vacío… Me puse el chándal del Athletic, me miraba al espejo y decía ‘¡buah, qué pasote! ¿Cómo he llegado hasta aquí?’. No sabía si salir del cuarto o no… Mandas fotos a los amigos… Es una sensación difícil de explicar.
¿Cómo cree que les puede ayudar el hecho de haber jugado cuatro finales en los últimos años?
Espero que nos ayude, haber jugado esas finales en los últimos diez años nos puede dar cierta experiencia, cómo afrontar los momentos antes del partido… Muchas veces, con la redes sociales, el móvil, estás muy conectado, la gente está con tantas ganas que te lo contagia. Quizás en otras finales nos ha podido ese entusiasmo de poder dar una alegría a nuestra afición. Igual nos puede venir bien esa experiencia para estar un poco más tranquilos, poder afrontarlo de otra manera. Ojalá que así sea para conseguir llevarnos esta vez el título a casa.
¿Ha tenido algún ídolo o referente?
Antes he hablado de Gurpegi. Cuando eres pequeño siempre te fijas en jugadores, me gustaban mucho Joseba Etxeberria, Ronaldinho… Luego llegas aquí, con el Gallo coincidí un año y todavía pasó a ser más ídolo.
¿Qué siente al ver a los chavales desde casa apoyando el himno y lo cánticos?
Me hace mucha ilusión, les veo en fotos, vídeos… El día 18 todos los vecinos estaban asomados al balcón, pusieron el himno, todos vestidos del Athletic… Eso te hace sentirte muy orgulloso y feliz. Ves que todo el mundo siente lo mismo, en cierto modo les representas en el campo pero eres uno más de ellos. Es muy satisfactorio para cualquier persona.
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