Esta es la diferencia entre lo que cobra un hombre y una mujer árbitros en España

Esta es la diferencia entre lo que cobra un hombre y una mujer árbitros en España

Las árbitras de la Liga Femenina se han puesto en pie de guerra para pedir un aumento de sus salarios. Entienden que en una competición profesional, la primera de carácter femenino en la historia, el incremento de presupuesto debe afectar también al colectivo arbitral y se hallan inmersas en negociaciones para encontrar una solución que acabe de una vez por todas con la huelga.

El caso es que la diferencia de sueldos entre el arbitraje de LaLiga Santander y de la nueva Liga F es aún abismal, pese a los pasos de gigante que se están dando.

Así, las colegiadas de la Liga F han pedido de entrada 21.000 euros por partido, que es lo que cobran sus homólogos masculinos en LaLiga Santander. Ellos, además, tienen un salario mensual fijo de 12.500 euros, más variables de 4.000 por partido dirigido. 

En definitiva, un árbitro de Primera División cobra 300.000 euros anuales, mientras que las colegiadas están cobrando 300 euros por partido. 

La propuesta de la LPFF es la siguiente: cada colegiada cobraría 1650 euros por partido y 825 en el caso de cada una de las asistentes. Esto supone un mínimo de 19.800 euros si pitan doce partidos y por encima de los 24.750 euros si arbitran 15 partidos. En el caso de las asistentes sería un mínimo de diez mil euros y casi 13.000 si participan en 15 encuentros. 

El CSD también ha tomado cartas en el asunto y entiende que el coste del arbitraje femenino debe ser de un millón de euros. Es la propuesta que está sobre la mesa para que ambas partes (la liga y el colectivo arbitral) la estudien y se intente llegar a un acuerdo. Las colegiadas cobrarían un total de 25 mil euros al año, es decir, 1.666 euros por partido y las asistentes 1066 euros. Sigue lejos del 1.800.000 que planteó la RFEF como última opción. El CSD les volverá a convocar mañana.

El acuerdo sigue en el aire y sin resolverse. Las árbitras piden 50.000 euros anuales, cuando los árbitros cobran 300.000 euros, es decir, seis veces más, aunque está claro que el contexto del fútbol  masculino y el femenino es totalmente distinto. Es una petición que está muy alejada de la realidad del fútbol femenino y desde varios entornos entienden que el crecimiento debería ser más pausado y realista. Las negociaciones siguen su curso.  

Cabe recordar que hace ya cinco temporadas se decidió que la liga femenina iba a ser arbitrada únicamente por mujeres, en una decisión sin precedentes por apoyar el arbitraje femenino que fue acogida con gran entusiasmo.  “Es un hecho histórico y será recordado como un gran avance dentro del arbitraje”, decía la máxima responsable, Marta Huerta.




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