La familia realista Godoi–Echeverria está jugando su partido más importante, equivalente a una final. Idoia, auxiliar en la residencia de mayores Yurreamendi de Tolosa, dio positivo en Covid-19 el pasado sábado junto a otras 16 personas, hace ya 10 días. Están en el minuto 70 de encuentro, dispuestos a ganar la batalla. Peio Godoi nos hace un hueco en su casa, un búnker aislado en medio del nuevo barrio de Txomin.
“Había aitonas de la residencia que tenían síntomas y le hicieron pruebas a mi mujer. Al día siguiente le dieron los resultados, dio positivo y desde entonces estamos confinados en casa, separados de mi mujer y esperando que todo pase”, cuenta, contento a pesar de todo. El día a día empieza a ser una odisea: “Ella está en una habitación aparte, come sola y no tenemos ningún contacto con ella, hablamos por teléfono o por detrás de la puerta”, lamenta. “Es como una cárcel en tu propia casa”, remarca.
Dentro de lo peligroso que es el virus, Idoia se encuentra bien: “No tiene fiebre ni tampoco problemas respiratorios, tiene unas pupas en la boca que también me han empezado a salir a mí”, apostilla. Peio no sabe si tiene al bicho dentro: “No tenemos contacto con ella, pero a mi hija y a mí no nos han hecho la prueba, puede que seamos asintomáticos o puede que lo estemos pasando sin darnos cuenta”, advierte.
Una pasión común: la Real
Es en ese preciso instante, cuando estás luchando de tú a tú contra una pandemia mundial es cuando más echas de menos la rutina: “Echamos en falta cenar en familia o ir un domingo a Anoeta a ver a la Real”, recuerda. Los tres comparten una pasión común, el club txuri urdin: “Somos los tres socios, accionistas y todo lo que se pueda. Echamos mucho de menos poder ver a la Real en Anoeta”, dice. La familia es fiel a cada cita: “Estamos ubicados en la Grada Aitor
Zabaleta porque yo quería revivir el ambiente de Atotxa”. Sevilla es lo de menos, a pesar de que ya lo tenían todo preparado: “Teníamos casa en Córdoba para luego ir al partido y ver la final, iba a ser un fin de semana espectacular”, lamenta.
La Real, en todo caso, es uno de sus pasatiempos durante el confinamiento: “Estamos viendo partidos antiguos, siguiendo a los jugadores por las redes sociales y anoche vimos el torneo de FIFA que organizó el club”. Peio también se desahoga escribiendo: “Tengo un blog, también estoy activo en Twitter, trato de hacer ver al resto de la ciudadanía que esto es una cosa muy seria, por lo menos creo que ya nos hemos concienciado de que nos estamos jugando la vida”. Tras los aplausos a las 20 horas, los vecinos entonan el Txuri Urdin en el vecindario. Este partido lo vamos a ganar.
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