“Esta gente lo resuelve todo a tiros”


La policía investiga en el lugar del suceso en Marbella. JOSÉ SÁNCHEZ / VÍDEO: ATLAS

Eran ya popularmente conocidos en la Costa del Sol como los suecos y alcanzaron fama por sus despiadadas actuaciones. Ejecuciones a quemarropa, en plena calle, encapuchados, desde una bicicleta, o dentro de un coche, desde una moto de gran cilindrada, a la salida de una comunión, en la puerta de una casa… Aunque son de origen árabe, provenían de Malmö (Suecia), de ahí su nombre. Eran una banda de nueve, encabezados por dos parejas de hermanos. Ninguno de ellos llega a los 30 años. Perseguidos por las autoridades suecas, que les relacionan hasta con diez asesinatos en ese país, tenían intención de establecer su centro de operaciones en Málaga. Pero la Policía les asestó esta semana su golpe de gracia: “Tiene que quedar claro que la Costa del Sol no es ni será un lugar fácil para que los criminales se asienten”, aseguran los agentes de la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado de la Policía Nacional (UDYCO), que imputan a este grupo al menos dos de los seis asesinatos que se han cometido recientemente en esta zona de España, lugar estratégico para los capos de las bandas del crimen organizado. “No hemos conocido un grupo más violento hasta ahora”, aseguran los agentes.

El pasado 12 de mayo, un hombre vestido de negro sobre una moto negra de 500 cc y sin matrícula metía una pistola por la ventanilla del coche en que viajaba David Ávila Ramos, conocido como Maradona en el mundo del narco marbell, y le descerrajaba cinco tiros. Ocurrió a la salida de la comunión de su hijo, frente a la iglesia de San Pedro de Alcántara, como si de una película de la mafia se tratara. Tenía 37 años, toda una vida dedicada al tráfico de cocaína, varias deudas pendientes y varios avisos. “En el mes de mayo incendiaron su gimnasio, en ese mismo municipio, empotrando contra el establecimiento un coche robado repleto de gasolina, y días más tarde hicieron lo mismo con el chiringuito Heaven, que tenía con su socio en una playa de Estepona”, recuerdan los agentes. En el momento de su muerte, a Maradona le acompañaban sus dos hijos pequeños y su mujer en el coche. Ella se mantuvo fiel a la ley del silencio que impera en el negocio.

La que han dado en llamar Operación Rueda, en estrecha colaboración y coordinación con la policía sueca, empezó realmente investigando el robo de un vehículo todo terreno que apareció empotrado contra un gimnasio. Las pesquisas de los más de 30 agentes que han trabajado en esta investigación han llevado hasta las guaridas de “la peor banda de sicarios que ha conocido la Costa del Sol”, a juicio de los agentes.

La investigación de ese hecho les llevó a resolver también un segundo asesinato. Fue el cometido el pasado 20 de agosto por el mismo grupo, la muerte de Sofian Mohamed A. B., otro conocido narcotraficante magrebí, conocido como El Zocato, al que le descargaron un cargador completo, nueve tiros, en la puerta de su casa. “Un tipo encapuchado en una bicicleta”, encontrada, al igual que la moto negra sin matrícula, en una de las cinco viviendas que el grupo de sicarios tenía alquiladas en distintas urbanizaciones de lujo de la zona. 

“Dormían casi cada día en una casa diferente, tomaban muchas medidas de seguridad, viajaban mucho a Malmö y a Marruecos”, cuentan los investigadores, reflejando también el tren de vida de los investigados. De los nueve detenidos, cinco fueron apresados en Málaga —tres han ingresado ya en prisión— y cuatro en Suecia, donde son viejos conocidos para la policía, como recuerda la comisaria sueca Petra Stenkula, que asegura que hay hasta diez organizaciones de este tipo operando actualmente en la citada localidad.

Viaje con un tiro en la pierna

Como ejemplo de la dureza de los individuos a los que se enfrentaban,  los agentes recuerdan que, en una ocasión, a uno de ellos intentaron matarlo en una cafetería de Malmö, supuestamente miembros de una banda rival. Logró escapar y llegó hasta Málaga con un tiro en una pierna. El sicario se libró, pero una pareja que tomaba café a su lado murió en el tiroteo. “Afortunadamente aquí en España no ha resultado afectado nadie inocente, que no estuviera metido en el ajo de las drogas”, comenta uno de los investigadores. “Solo con la cocaína se saldan así” las cuentas pendientes, señalan los agentes. que sospechan que son organizaciones de españoles y colombianos las que están detrás de los encargos de esos asesinatos, aunque de momento no se ha podido llegar hasta ellos, si bien la investigación no está cerrada.

En el desarrollo de la operación se han producido nueve registros domiciliarios entre Málaga y Malmö, en los que se han intervenido un chaleco antibalas, un cinturón con funda de pistola, una pistola eléctrica, equipos informáticos, aerosoles de defensa personal, 11 teléfonos móviles, 4.165 euros en efectivo, prendas de vestir relacionadas con los hechos investigados, tres relojes de gama alta, uno de ellos de oro y diamantes valorado en casi un cuarto de millón de euros.

A los nueve detenidos, de los que siete han ingresado ya en prisión, se les imputan los delitos de asesinato, pertenencia a grupo criminal y falsedad documental. El juzgado de instrucción número dos de Marbella es el responsable de la investigación.

A la presentación de la operación, este viernes en la comisaría provincial de Málaga, acudieron miembros de la policía sueca, que han colaborado estrechamente con la española en la identificación y persecución de los ocho miembros de la banda.


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