Hasta semifinales, Estados Unidos evitará a las mejores selecciones de este Mundial 2023. En su lado del cuadro, Serbia, Grecia y Lituania participarán en el torneo sin contar con sus principales estrellas. Ni Nikola Jokic, ni Giannis Antetokounmpo ni Domantas Sabonis estarán presentes. Muy poca oposición en el camino de rosas que debe llevar hasta la fase final al grupo dirigido por Steve Kerr. La falta de experiencia en baloncesto FIBA es el principal y único talón de Aquiles de la joven plantilla armada por el legendario exjugador y entrenador de los Golden State Warriors, que debuta en el torneo este sábado a las 14:40 horas (Gol / Courtside1891).
Nueva Zelanda, su primer rival, es uno de los tres equipos de la Copa del Mundo que no cuenta con ningún jugador con experiencia en la NBA en sus filas. En el grupo C de la primera ronda les esperan también Jordania y Grecia, otros dos oponentes amables.
Al otro lado del cuadro, España, Francia, Alemania, Canadá, Australia, Eslovenia y Finlandia se pegarán a tortas para acceder a la lucha por las medallas. El embudo de talento resulta evidente en comparación con la alfombra roja que el sorteo dio a los estadounidenses. Será entonces, si no se produce un cataclismo, cuando este Team USA renovado mostrará su verdadera estatura. Todo lo que no sea el oro, como siempre, será tachado de decepción y fracaso.
“Todo el mundo está centrado en ver quién va a ganar, y por supuesto estamos deseando ganar”, explicaba Kerr desde Manila, Filipinas. “A todos nos encanta lo que hacemos, y me encanta el peso de la presión, de la competición. Una parte de competir es abrazar el hecho de que puedes perder, es el quid de la cuestión. Puedes ganar y puedes perder”, añadía el técnico de 57 años en un arrebato filosófico. A pesar de ello, sabe que un revés va a generar mucho ruido: “Vamos a intentar llevarnos el oro, y si no lo hacemos entendemos y aceptamos que habrá muchas críticas”.
Los 12 de Estados Unidos
– Exteriores: Jalen Brunson (New York Knicks), Anthony Edwards (Minnesota Timberwolves), Tyrese Haliburton (Indiana Pacers) y Austin Reaves (Los Angeles Lakers).
– Aleros: Mikal Bridges (Brooklyn Nets), Brandon Ingram (New Orleans Pelicans), Josh Hart (New York Knicks) y Cam Johnson (Brooklyn Nets).
– Grandes: Jaren Jackson Jr. (Memphis Grizzlies), Paolo Banchero (Orlando Magic), Walker Kessler (Utah Jazz) y Bobby Portis (Milwaukee Bucks).
Estados Unidos quiere recuperar el honor perdido en China 2019, cuando el grupo reunido por Gregg Popovich y con Kerr de ayudante se tuvo que conformar con una séptima plaza, la peor clasificación de su historia en la Copa del Mundo. De por medio, los estadounidenses perdieron también el número uno del ranking FIBA que ostenta ahora España después de 12 años consecutivos en lo más alto.
El equipo armado para encarar el reto peca de inexperiencia. Bobby Portis, único campeón de la NBA del grupo, tiene 28 años y es el jugador más veterano. Tal y como indicó Kerr en las semanas previas, su objetivo es olvidar los individualismos de la NBA y centrarse en desarrollar una buena química colectiva. Predicando con palabras similares a las de Sergio Scariolo con España, el seleccionador estadounidense no dudó, eso sí, en señalar a sus puntas de lanza. Jalen Brunson (26 años), base de los New York Knicks, será su extensión sobre la pista y “líder natural del grupo; Anthony Edwards (22 años), escolta de los Minnesota Timberwolves, debe dar el salto definitivo en el torneo y consolidar su posición como superestrella Mundial.
En un grupo que incluye al novato del año de la NBA en 2023, el italo-estadounidense Paolo Banchero (20 años), y al mejor defensor de la liga el pasado curso, Jaren Jackson Jr. (23 años), no se puede negar que el talento coral rebasa sobre el papel al del resto de selecciones en liza. Eso sí, la normativa FIBA y la falta de experiencia son dos montañas que pueden complicarles el camino hacia el oro, especialmente cuando lleguen las semifinales y los rivales sean los favoritos a batallar por el título.