Hubo nervios en la primera mitad, pero tras el descanso Estados Unidos desató toda su maquinaría de físico y talento para arrasar a Puerto Rico sin piedad por 117-74. Era el estreno en amistoso oficial del Team USA plagado de novatos que buscará recuperar el oro en el próximo Mundial 2023 de la FIBA. El público en Las Vegas, Nevada, vibró de la mano de una joven selección que afinó con el paso de los minutos y no dio opción alguna a su rival.
Anthony Edwards y Cam Johnson, titular y suplente en el ‘2’ respectivamente, lideraron con 15 puntos cada uno la repartida anotación de los estadounidenses en su estreno. Hasta siete jugadores del equipo anotaron en dobles dígitos, con papel destacado una vez más para el “líder natural”, en palabras de Steve Kerr, del equipo. Jalen Brunson, con 11 puntos y 12 rebotes, fue el jugador más activo y contundente sobre la cancha, y el resto siguió su batuta con mención especial a Tyrese Haliburton, base suplente y gran distribuidor de la noche con 12 asistencias.
“Ha sido una gran noche para nosotros”, comentó el seleccionador. “Los chicos han entendido lo que queremos aplicar a cada lado de la cancha y estamos acostumbrándonos poco a poco, pero con firmeza, a las interpretaciones y normas del baloncesto FIBA”.
En la primera mitad, el Team USA solamente logró una ligera ventaja de 50-43 al descanso, pero la segunda fue un paseo militar. Un 34-18 en el tercer período y un 33-13 en el último resultaron demoledores, forzando 18 pérdidas del rival en 20 minutos.
“Hay que seguir en esta línea”, apuntó Brunson. “No debemos preocuparnos por el ataque y nos irá bien. Cuando defendemos y conseguimos frenar al rival, pérdidas y transiciones rápidas, nos lo pasamos muy bien”.
Kerr salió de partida con el quinteto inicial que ya esbozó durante las pachangas en los entrenamientos previos. Brunson de base, Edwards de escolta, Ingram y Bridges en las alas y Jackson Jr. en el cinco. Parece la alineación que se consolidará en el torneo si no hay sorpresas de última hora o lesiones.
Más allá del arranque al tran-tran, la falta de puntería desde la línea de tres fue una de las pocas fallas del conjunto estadounidense, capaz de apalizar sin piedad al enemigo a pesar de su pobre 6 de 27 en triples. Puerto Rico no fue rival a la altura, y Tremont Waters fue su hombre más destacado con 17 puntos.