Estados Unidos quiere salir a morder contra Italia en la noche de Manila (14:40 horas, Gol Mundial / Courtside 1891). No les queda otra si quieren mantener sus aspiraciones de oro en la Copa del Mundo de la FIBA. Su primera fase al trantrán y el golpe de realidad en la segunda con aviso contra Montenegro y derrota ante Lituania les recuerdan que ya no hay Dream Team capaz de amilanar a los rivales, muchos tan buenos y tan NBA de pleno derecho como ellos.
Esto no es la temporada regular de la liga estadounidense, donde la mayoría de equipos van de menos a más al entrar a los partidos. Cada minuto cuenta. Así lo predica Steve Kerr y asienten sus 12 novatos por el título. Lo saben y entienden lo que necesitan, pero todavía siguen sin conseguir aplicarlo en lo que va de torneo. “Debemos apoyarnos en una de nuestras fortalezas, ser un equipo atlético y contundente”, valoró el seleccionador en la previa. “No es un tema de alineaciones, sino más bien de cabeza”, añadió.
No es una misión nueva para un Team USA que llegó al campeonato con una plantilla pequeña. Abocados al small-ball, a los americanos todavía les falta meter la voluntad necesaria, demostrar con hechos más que palabras que quiere ganar el Mundial y volver con el oro para casa. Contra las torres NBA de Montenegro y Lituania, sufrieron un rapapolvo en la pintura. Los rivales amasaron 92 rebotes por 58 suyos, y en segundas oportunidades les sacaron los colores con un parcial global de 39-5. Jaren Jackson Jr., mejor defensor del año en la NBA, se quedó en un solo rebote sumando ambos choques.
En su momento, Gregg Popovich les recordaba a sus pupilos en los torneos internacionales que debían tener “el miedo apropiado”, un elemento perdido entre la actual plantilla. Lo cierto es que los endebles inicios de partido han obligado a Estados Unidos a compensar más tarde metiendo la quinta cuando ya poco margen para solucionar los partidos. El talento les bastó hasta encontrarse el hueso báltico. Fue el aviso necesario en el momento necesario. Siguen vivos y quieren dar carpetazo a los problemas diagnosticados por un cuerpo técnico de lujo.
Será también el esquema de Gianmarco Pozzecco el que pueda dar algún que otro rompecabezas a sus colegas al otro lado del atlántico. Italia no llegaba tan lejos en un Mundial desde 1998. Simone Fontecchio, su único NBA actual, se está saliendo en el torneo con 18,4 puntos y 6,6 rebotes de promedio. Nicolo Melli, uno de sus ex-NBA, será el encargado de buscar las cosquillas dentro de la pintura a los Jackson Jr., Banchero, Portis y compañía. La buena noticia es que solo mide 2,05 metros.
En el fondo, el equipo transalpino amenaza a Estados Unidos con armas distintas al tamaño, que ha sido su kriptonita en el campeonato. El movimiento constante y los cortes a canasta han dado vida a una Italia que nadie esperaba tan arriba en el campeonato. Capaces de cargarse a Serbia y Puerto Rico en la segunda fase, su presencia en los cuartos de final indica que sabe cómo fastidiar a grandes equipos. El ejemplo de Montenegro, que también usó el fango como estrategia con bastante éxito, puede servirles para tratar de ralentizar y meter dudas en la cabeza de los estadounidenses, como siempre favoritos.