Beata Wojna, profesora de Relaciones Internacionales en el Tecnológico de Monterrey, explicó que el panorama actual del conflicto Rusa-Ucrania se ha complicado por la participación de Corea del Norte y la postura de Estados Unidos para permitir que Ucrania utilice misiles de largo alcance.
Analizó en ‘Aristegui en Vivo’, las implicaciones de la firma del presidente ruso Vladimir Putin, a las modificaciones de la doctrina nuclear de su país, un cambio que ya había sido anunciado por las autoridades rusas hace más de un mes, incluye un nuevo factor en las causas que podrían desencadenar el uso de armas nucleares por parte de Rusia.
“Las autoridades rusas han anunciado hace un mes y medio más o menos que iban a realizar un cambio en su doctrina nuclear, precisamente consistente en insertar en las causas que podrían generar el uso de las armas nucleares por Rusia el hecho de que en el territorio de Rusia aparezcan los misiles convencionales o, digamos, las armas convencionales procedentes de los países de la OTAN”, explicó Wojna.
La académica resaltó que, aunque el documento formal aún no había sido publicado, la noticia fue recibida con atención.
“Hasta ahora no hemos visto el documento. Entonces, cuando aparezca el documento, pues se sabrá más al respecto”, añadió.
Este cambio se da en el contexto de una guerra que continúa escalando, particularmente después de que Ucrania lograra recuperar algunos territorios de Rusia.
“Hace algunos meses, Ucrania logró ocupar algunos territorios de Rusia, digamos, en respuesta a lo que estaba pasando en el territorio de Ucrania”, señaló Wojna.
La respuesta de Rusia ha incluido la intensificación de los combates en esas regiones y la introducción de elementos novedosos, como la participación de soldados de Corea del Norte en el conflicto.
“Rusia ha intentado recuperar este territorio y para conseguirlo ha introducido un elemento muy nuevo en el contexto de la guerra de Rusia contra Ucrania, los soldados de Corea del Norte”, afirmó la experta.
En respuesta a este movimiento, los Estados Unidos han intervenido, permitiendo a Ucrania el uso de misiles de largo alcance para atacar objetivos militares en Rusia.
“De hecho, hoy parece que los primeros misiles de largo alcance aterrizaron en el territorio de Rusia, por ahí destruyendo algunos objetivos militares”, comentó Wojna.
Dijo que durante muchos meses, el presidente de Ucrania, Zelensky, ha solicitado ese permiso para usar misiles de largo alcance, “hablamos de 300 kilómetros en el territorio de Rusia para destruir objetivos militares. La administración de Biden, básicamente, ha resistido a tomar esa decisión”, mencionó.
Este desarrollo se produce en un escenario de mutuas respuestas entre las partes en conflicto, complicando la situación debido a la participación de Corea del Norte.
“El punto de quiebre aquí es la participación de Corea del Norte a través de sus soldados en la guerra. ¿Por qué? Porque eso, podríamos decir, cambia equilibrios en lo que es la península de Corea”, dijo.
El involucramiento de Corea del Norte ha provocado que su vecino del sur, Corea del Sur, se vea forzado a asumir una postura más activa en relación con la guerra.
“Esa participación de Corea del Norte significa también que Corea del Sur se vuelve más activa y se siente en la necesidad también de una participación mayor en el contexto de la guerra“, explicó Wojna.
En cuanto a la decisión de Biden, la profesora señaló que la autorización de los misiles de largo alcance tiene un objetivo estratégico claro para desalentar a Corea del Norte en esta colaboración.
“Esa decisión de dar permiso a Ucrania para usar esos misiles de largo alcance sirve básicamente para desalentar, desanimar a Corea del Norte para enviar más soldados o una participación más fuerte en términos de recursos humanos en esa guerra. Me da la sensación que eso es el objetivo principal”, apuntó.
Además, la académica mencionó que este contexto de escalada en el conflicto ocurre en una fase crítica, a menos de dos meses de que el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asuma el cargo.
“Estamos en una etapa, una fase difícil del conflicto sin ninguna duda porque vemos precisamente esas respuestas mutuas“, concluyó la profesora.
Rusia espera que Trump obligue a Ucrania a rendirse
Wojna destacó que, ante la escalada del conflicto, la postura del próximo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump es incierta.
“No hay claridad al respecto y probablemente el tema de Europa, las relaciones de Estados Unidos con Europa y las relaciones de Estados Unidos en el contexto de la guerra de Rusia contra Ucrania, a partir del 20 de enero, cuando Trump asumirá el poder, es probablemente el espacio donde hay más signos de interrogación“, señaló.
La académica explicó que aunque Trump ha emitido comentarios críticos hacia la OTAN y la guerra, los nombramientos de su equipo de seguridad parecen indicar una postura más firme en relación con Rusia y una posible cercanía con la Alianza Atlántica.
“Mientras que hay algunos otros nombramientos como, por ejemplo, el secretario de Defensa que nos indica que por ahí podría haber más criticismo hacia los temas europeos. Entonces, en definitiva podríamos decir que no está claro hacia dónde va a ir esa administración de Donald Trump en términos de la guerra de Rusia contra Ucrania.”
En cuanto a las perspectivas de solución al conflicto, Wojna observó que varios actores internacionales han sugerido la necesidad de “congelar el conflicto”, es decir, congelar la guerra en los límites territoriales ocupados por Rusia.
“A Ucrania especialmente le importa eso mucho, para evitar los daños que Rusia causa a la infraestructura energética, especialmente en esta temporada de invierno”, indicó.
Además, refirió que la respuesta que ha tenido hasta ahora Rusia sobre las soluciones, ha sido que quiere la rendición de Ucrania y que espera que Trump le obligue a redirse.
“Entonces, eso quizás está jugando Rusia demasiado esperando que Trump se convierta en este gran líder que va a manejar el tema y obligará a Ucrania a rendirse. Pero yo creo que para los Estados Unidos la rendición de Ucrania tampoco es una solución, incluso si tenemos en la Casa Blanca a Donald Trump.”
Wojna también abordó la reciente publicación de la doctrina rusa, que autoriza ataques nucleares en respuesta a amenazas a su seguridad; a este respecto, comentó que aunque Ucrania ha utilizado misiles de largo alcance fuera de sus fronteras, como ocurrió en el ataque a la región de Bryansk.
“No deberíamos esperar una respuesta inmediata y aplicación inmediata de esa amenaza nuclear”.
Según la acadpemica, Rusia, históricamente, no ha cumplido con las amenazas que ha lanzado durante los mil días de guerra, como cuando advirtió sobre el envío de tanques o aviones F-16 a Ucrania.
Sin embargo, la experta advirtió sobre la creciente tensión y las acciones de guerra híbrida que podrían extenderse a los países de la OTAN.
“Lo más probable es que Rusia genere actividades malignas en los territorios de los países de la Alianza Atlántica, como desinformación o ataques terroristas”.
Destacó que países como Suecia, Finlandia y Noruega ya están preparando a sus ciudadanos para posibles escenarios bélicos, lo que subraya la gravedad de la situación en Europa del Este.
“Justo ayer, los países nórdicos, especialmente Suecia, pero también Finlandia y Noruega, han emitido una serie de folletos informativos sobre cómo los ciudadanos deben prepararse para la guerra“, explicó
Este tipo de preparación, dijo, especialmente en Suecia, un país históricamente neutral, refleja el impacto del temor a la inseguridad y la posibilidad de una guerra extendida en Europa.
Finalmente, agregó que “es muy sintomático que, mil días después de la invasión rusa, países que antes eran neutrales ahora se están preparando para una invasión, lo que subraya la gravedad de la situación”.
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