La selección española ha logrado meterse en su primera final de un Campeonato del Mundo sub-17 de la FIBA al superar a Francia y luchará por el título contra Estados Unidos, que nunca ha perdido un partido en esta competición que ha ganado en las cinco ediciones celebradas hasta ahora.
Definida la final del mundial sub-17 que se está celebrando en Málaga, se cumplen las mayores expectativas para el público baloncestístico con las dos mejores selecciones del torneo frente a frente.
El camino del éxito español en este torneo empezó con una caída en la primera jornada ante Lituania, derrota de la que se aprendió para los siguientes partidos: Japón y República Dominicana en fase de grupos, Canadá en octavos, Australia en cuartos y Francia en semifinales -la tercera favorita según el ranking FIBA-.
El equipo de Javi Zamora, la generación del 2005, ha desplegado su talento con partidos de picos de forma muy altos, con un juego vistoso, ataque multiusos, defensa fiable y con un núcleo de varios jugadores que están preparados para ser decisivos, como se ha demostrado con Álvaro Folgueiras, que ha sido el mejor en la semifinal (9 puntos, 14 rebotes, 25 valoración) sin destacar en la anotación.
La primera final por el oro mundial tendrá que ser ante la máxima favorita y el rival más complicado, Estados Unidos, sinónimo de hegemonía también en la categoría sub-17: han ganado cinco de cinco mundiales.
En esta edición han ganado a Líbano, Mali, Egipto, Serbia, Eslovenia y Lituania y en cuatro de estos seis partidos han anotado más de 100 puntos, todos ellos con una diferencia superior a los 26 dígitos.
En la plantilla destacan nombres como Ian Jackson (13,8 puntos por partido), Cooper Flagg (9,2 puntos y 8,8 rebotes) o Jeremy Fears JR (8,7 puntos y 4,2 asistencias), mientras que en España destacan Lucas Langarita (12 puntos), Izan Almansa (12,7 puntos y 11,3 rebotes) y Aday Mara (12 puntos y 4,7 rebotes).
A partir de las 21:00 horas de este domingo, el Carpena será el epicentro de un partido de presente y futuro, donde se enfrentan jugadores que pronto estarán en equipos de Europa y quién sabe si de la NBA.
España sueña con ganar a Estados Unidos y ser la primera en tumbar al gigante, sabe que tiene mimbres para hacerlo porque, de hecho, se estuvo cerca hace unos días en el último partido de preparación antes de arrancar el mundial, que acabó 69-73. Un aviso de que es posible plantarles cara.