Estadounidense seguidor de QAnon mata en México a sus bebés: “Tenían sangre de serpiente”

Por Luis Gerardo Andrade/ ZETA*

 

Después de haber asesinado a sus hijos en Rosarito, Matthew Taylor Coleman fue detenido en la garita al intentar cruzar a Estados Unidos.

En su comparecencia, declaró que los mató, a un niño de un año y una niña de 10 meses, porque se iban a “convertir en monstruos”, tenían “sangre de serpiente” y según el filicida, asesinándolos iba a “salvar el mundo”. 

El hombre estadounidense fue presentado el 11 de agosto en una corte Central de California, en la Ciudad de Los Angeles, donde se dieron a conocer detalles de sus declaraciones, las cuales parecían salir de una película de terror.

Esta es la historia… 

El 7 de agosto Matthew Taylor Coleman había acordado con su esposa hacer un viaje junto con sus hijos Kaleo de un año y Roxy de 10 meses.

Sin embargo, el hombre solo se llevó a sus hijos, a bordo de la camioneta familiar, una Mercedes Sprinter.

La madre de los niños se comunicó con las autoridades de Santa Barbara, California; no obstante, entonces ella declaró que no le preocupaba el bienestar de sus hijos, pues no había motivos que le hiciera pensar que Matthew los lesionara.

Lo único que le preocupaba a la mujer es que la camioneta no traía una silla para bebés, además que le extrañaba que su esposo no le contestara.

La tarde del 8 de agosto, la mujer estaba más que preocupaba. Los oficiales que se entrevistaron con la madre le pidieron que activara la aplicación de localización del teléfono celular de Matthhew Taylor Coleman.

Fue así como descubrieron que el teléfono celular del hombre estadounidense se había activado en la plaza Pabellón en el municipio de Playas de Rosarito, Baja California. 

Pero Matthew seguía sin contestar y por ello las autoridades activaron una alerta de extravío.

Por la mañana del 9 de agosto, la mujer les entregó fotografías a los oficiales para que fueran distribuidas, pero al poco tiempo detectaron que de nuevo se activó el teléfono IPhone de Matthew Taylor Coleman cerca de la Garita de San Ysidro.

En ese momento, agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en ingles) y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en ingles) realizaron un operativo.

Fue así como localizaron al hombre de Santa Barbara, California, cruzando la garita de San Ysidro, e inmediatamente fue enviado a revisión secundaria. Uno de los oficiales se percató que había manchas de sangre en los documentos del vehículo.

Otro oficial al darse cuenta que no iban los niños, se comunicó con los agentes de la Policía Municipal de Playas de Rosarito, para informarles que había dos niños estadounidenses extraviados posiblemente en esa Ciudad.

Los agentes mexicanos les respondieron que hace horas habían encontrado los cadáveres de dos niños en Playas de Rosarito. 

Al mostrarles las fotografías se dieron cuenta que se trataban de los hijos de Matthew Taylor Coleman.

 

En ese momento, en una entrevista con los agentes estadounidenses, el padre de los menores confesó que los había matado e incluso dio sus motivos.

“Coleman declaró que creía que sus hijos iban a convertirse en unos monstruos así que tenía que matarlos. Dijo que primero mató –a la niña- disparándole con un arpón de pesca, luego al niño, quien no se murió en el primer ataque, por lo que movió el arpón –bruscamente-, y el hombre se cortó la mano.

“Explicó que fue iluminado por QAnon (un movimiento conspiracionista de los Estados Unidos, liderado por seguidores del ex presidente Donald Trump) y la conspiración de la teoría de los “Iluminati”, que recibió información que su esposa tenía sangre de serpiente, la cual se las pasó a sus hijos y estaba salvando al mundo de monstruos”, declaró el padre.

Las mismas autoridades le preguntaron a Matthew Taylor Coleman si sabía que estuvo mal lo que hizo, el hombre contestó que lo sabía, pero era algo que debía hacer, por lo que permaneció en prisión y se fijó el 31 de agosto como la fecha para la próxima audiencia.

Localización de los cuerpos

En una conferencia de prensa realizada el martes 10 de agosto en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), Hiram Sánchez Zamora, Fiscal Central, dio a conocer que a las 7:27 horas del 9 de agosto se localizaron los cuerpos de los niños en Playas de Rosarito.

Conferencia de prensa de la FGE en Tijuana

Publicado por Fiscalía General del Estado de Baja California en Martes, 10 de agosto de 2021

Un empleado del rancho Cardozo, ubicado en el camino principal del Descanso, en la delegación Primo Tapia, encontró los cadáveres de los infantes y marcó al 911.

“Abrí mi puerta, como lo hago todos los días y cuando vi me percaté que había unas manchas de sangre, empecé a curiosear, un perro que tengo fue el que me llevó a donde estaban las criaturas sin vida”, informó el testigo.

El Fiscal Central explicó que Matthew Taylor Coleman llegó con los niños el 7 de agosto al Hotel City Express, ubicado en la carretera libre Tijuana – Ensenada, en el municipio de playas de Rosarito.

A las 2:54 horas del lunes 9 de agosto el hombre y sus hijos salieron del hotel, y llevaban sus maletas.

“Asumimos que a esta hora se dirigió e hizo un trayecto de 29 kilómetros hasta llegar al acceso, al camino vecinal del Descanso y cuando estaba de frente a la entrada de este rancho Cardozo, descendió y lesionó a los infantes.

“Después los llevó hasta el punto donde los volvió a lesionar, a 10 metros de distancia, y ya ahí los abandonó cuando perdieron la vida”, explicó Hiram Sánchez Zamora.

Matthew Taylor Coleman regresó al hotel, a las 6:33 horas del mismo 9 de agosto, y a las 9:33 horas se retiró, para emprender su regreso a los Estados Unidos, sin embargo, fue interceptado por las autoridades de su País.

*Compartido por ZETA para los usuarios de Aristegui Noticias




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