Estallan protestas en Irán: piden renuncia de líder supremo


Un grupo de manifestantes iraníes exigió el sábado la renuncia del líder supremo del país, el ayatolá Ali Khamenei, después de que el gobierno reconoció que sus militares derribaron por error un avión ucraniano con 176 personas a bordo.

El presidente Donald Trump exigió a Irán que permita que continúen las protestas multitudinarias que comenzaron en Teherán. “El Gobierno de Irán debe permitir que los grupos de derechos humanos supervisen e informen sobre el terreno sobre las protestas del pueblo iraní. No puede haber otra masacre de manifestantes pacíficos, ni un corte de Internet. El mundo está observándolos”, escribió Trump en Twitter.

Trump se refería así a las protestas del pasado noviembre, que estallaron a raíz de la subida del precio de la gasolina y derivaron en manifestaciones contra la República Islámica, y que dejaron al menos 304 muertos y miles de heridos, según Amnistía Internacional.

Para coartar la organización de esas protestas, el Gobierno iraní bloqueó durante seis días el acceso a internet.

En un tuit anterior publicado tanto en inglés como en farsi, Trump expresó su apoyo a las protestas de este sábado en Teherán, donde cientos de iraníes corearon fuertes lemas contra el sistema islámico y la Guardia Revolucionaria.

“Al pueblo valiente de Irán, que lleva tanto tiempo sufriendo: he estado de su lado desde el comienzo de mi Presidencia, y mi Gobierno seguirá respaldándoles. Estamos siguiendo de cerca sus protestas, y su valentía nos inspira”, tuiteó Trump.

También el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, jaleó las protestas y publicó un vídeo que parecía mostrar esas manifestaciones.

“La voz del pueblo iraní está clara. Están hartos de las mentiras del régimen, de su corrupción, su ineptitud y la brutalidad de los Guardianes de la Revolución bajo la cleptocracia de @khamenei_ir”, escribió Pompeo en un tuit, citando la cuenta de Twitter del ayatolá Alí Jameneí.

“Estamos del lado del pueblo iraní, que merece un futuro mejor”, añadió.

Mientras tanto, un alto funcionario estadounidense condenó rotundamente el hecho de que Irán derribara accidentalmente el avión ucraniano con 176 personas a bordo que se estrelló el pasado miércoles al sur de Teherá.

“Esta es una tragedia terrible. Irán cometió un error horrible”, dijo a Efe ese funcionario, que pidió el anonimato.

“La negligencia de Irán ha tenido de nuevo consecuencias devastadoras. Es más importante que nunca que Irán abandone sus ambiciones negligentes y empiece a comportarse como un país normal”, agregó la fuente.

Al admitir este sábado que derribó el avión, Irán atribuyó el suceso a “un error humano”, al confundirlo con un misil de crucero debido a la situación de alerta reinante por la escalada de la tensión con Estados Unidos tras el asesinato del general iraní Qasem Soleimaní.

El “mea culpa” llegó después de dos jornadas en las que las autoridades iraníes negaron la hipótesis del derribo, pese a que varios países como Canadá ya habían denunciado que un misil tierra-aire alcanzó el avión.

Tanto las Fuerzas Armadas como la Guardia Revolucionaria aludieron a que el error se produjo a causa de la tensión y el estado de alerta en el país ante un posible ataque de represalia de EEUU.

Poco antes del derribo del avión ucraniano, Irán había efectuado un ataque con misiles contra una base aérea en Irak que alberga a tropas estadounidenses, en venganza por el asesinato días antes del general Qasem Soleimaní en un bombardeo selectivo de EEUU en Bagdad.

Las Fuerzas Armadas alegaron que tras las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, y de representantes de ese país en el sentido de “tomar como objetivo una serie de lugares en el territorio de la República Islámica en caso de que haya una operación recíproca (…) estaban en el más alto nivel de alerta”.

El error estuvo motivado por “el aumento sin precedentes de los movimientos aéreos en la región”, en especial de “vuelos de guerra de las fuerzas estadounidenses alrededor del país”, agregaron.

También el presidente, Hasan Rohaní, aseguró que “la terrible catástrofe” se debió en parte a las “amenazas e intimidaciones” de EEUU, que llevaron a las Fuerzas Armadas a estar en alerta para defender el país “de posibles ataques del Ejército estadounidense”.

Rohaní lamentó en un comunicado la muerte de tantas “personas inocentes debido a errores humanos y disparos equivocados” y señaló que “este doloroso accidente no es algo que pueda pasarse por alto fácilmente”.

“Se necesita más investigación para identificar todas las causas y raíces de esta tragedia y enjuiciar a los responsables de este error imperdonable”, subrayó el presidente.

También es necesario adoptar medidas para “abordar las debilidades de los sistemas de defensa del país para garantizar que tal desastre nunca se repita”, según Rohaní.

En el avión de Ukranian International Airlines (UIA) viajaban 167 pasajeros, entre ellos 82 iraníes y 63 canadienses, aunque estos últimos en su mayoría con doble nacionalidad, y nueve tripulantes ucranianos.

El aparato se estrelló al sur de Teherán poco después de despegar del aeropuerto internacional Imán Jomeiní con destino a Kiev el pasado miércoles, día en el que ya comenzaron las especulaciones sobre un posible derribo, negado hasta hoy por las autoridades iraníes.




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