Estas son las cosas que estás guardando mal en casa

Nuestra casa está dividida en espacios y cada habitación tiene sus objetos, pero ¿y si hasta ahora hubiéramos puesto algunos de estos en el lugar equivocado? Descubre ahora las cosas que estás guardando mal en casa.

Las cosas que guardas mal en casa

Cuando tenemos que ordenar la casa tendemos a poner cada cosa en su sitio. Solemos elegirlo por conveniencia o en relación con la función del objeto en cuestión. En otros casos no nos hacemos demasiadas preguntas porque ese objeto siempre ha estado colocado en esa parte de la casa y por lo tanto es así.

Pero, ¿estamos realmente seguros de que no estamos haciendo algo mal? Entonces, averigüemos cuáles son los objetos que solemos colocar en el lugar equivocado y por qué.

Las casas tienen como espacios principales la cocina, la sala, el baño y el dormitorio. Solo nos fijaremos en el baño porque al parecer es la estancia donde más errores cometemos. El baño es el lugar de la casa por excelencia utilizado para el aseo personal. Por eso solemos almacenar todo lo que tenga que ver con el cuidado del cuerpo, la salud y el bienestar.

Nos encontraremos pues con el infaltable cepillo de dientes y el dentífrico. O incluso gel de ducha, jabón, champú y acondicionador. Pero también brochas, hojas de afeitar, toallas y todo lo necesario para el maquillaje. Esto se debe a que solemos utilizar todos estos objetos dentro del baño y por ello por comodidad queremos tenerlos a mano. Parece obvio, pero al parecer no lo es.

Te equivocas al tener esto en el baño

Consideremos primero los peines y cepillos. Estos contienen gérmenes en su interior y muy a menudo se llenan de polvo, por lo que deben almacenarse en recipientes especiales. Los perfumes , por el contrario, deben almacenarse en «lugares frescos, secos y alejados de fuentes de luz». Eso es lo que está escrito en las etiquetas, pero en cambio solemos ponerlos en el baño, la zona menos adecuada por ser la más húmeda de todas y expuesta continuamente a los cambios de temperatura. Por lo tanto, es mejor cambiar de lugar y ponerlos en el dormitorio.

Incluso las toallas limpias no deben ir al baño. De nuevo por el factor humedad, que aparentemente también resulta perjudicial para otro objeto: el maquillaje. Este, de hecho, no deben colocarse en el baño porque la humedad podría dañar tanto el maquillaje como las brochas, que también son portadoras de gérmenes y están llenas de polvo.

Lo mismo puede decirse de los esmaltes. El calor y el vapor generados en este ambiente, por ejemplo después de una ducha, pueden estropear los esmaltes, haciéndolos perder su consistencia y alterando su color. Pero la lista sigue siendo larga. Las hojas de afeitar, las depiladoras, los electrodomésticos y cualquier cosa que contenga metal no deben ir al baño. En su caso, la exposición prolongada a la humedad y al calor puede ser perjudicial porque provoca la oxidación de los metales. ¡Sin mencionar que todos los dispositivos eléctricos no deben estar en contacto cercano con el agua!

Finalmente, quizás no todos lo hacemos, pero hay quienes también guardan sus medicamentos en el baño. Esto también es algo a evitar porque, como en el caso de los perfumes, deben conservarse en lugares “frescos, secos y alejados de fuentes de luz”.


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