Este es el secreto del pollo que está triunfando en España


La vida después de la pandemia ha provocado cambios sociales, económicos e incluso en los hábitos y gustos del consumidor, en todo lo relacionado con la alimentación, la restauración y la comida rápida. ¿Cómo ha evolucionado este sector en los últimos años? Según el estudio The State of Grocery Retail 2021, en el mercado europeo se ha observado una revolución alimentaria, donde se prioriza la calidad, trazabilidad y sostenibilidad de cada ingrediente. Cada vez más buscamos productos frescos, sabores intensos y experiencias culinarias, pero también la garantía de saber lo que comemos.

Precisamente este es el secreto del éxito de Popeyes, una de las mayores cadenas de comida rápida de pollo, con más de 3.000 restaurantes en todo el planeta —más de 45 de ellos en España— que tiene el objetivo de alcanzar los 200 locales en nuestro país en 2024. Desde su primera apertura en noviembre de 2019, y con una pandemia de por medio, la marca no ha dejado de crecer y se ha convertido en un referente de la restauración sostenible y saludable en nuestro país, gracias a su apuesta por un producto 100% fresco y de origen español. “Una pechuga de pollo a la plancha no engaña”, afirman desde la compañía, que ha adaptado su carta a las preferencias locales, con ligeras variaciones respecto al resto del mundo.

La compañía, que cuenta con más de 45 restaurantes en España, ha adaptado su carta para el consumidor nacional. Ha introducido, por ejemplo, el pollo a la plancha.

“El consumidor español tiene un estilo de vida muy definido y muy asociado al carácter mediterráneo, que demanda productos de altísima calidad a buen precio”, explica Ignacio Sedano, director general de Popeyes en España y Portugal. “En este sentido, como respuesta a la demanda que hemos identificado, fuimos y somos la primera marca en apostar y ofrecer pollo 100 % fresco y 100 % español, que marinamos durante 12 horas en especias, siguiendo la receta de Luisiana, y que rebozamos a mano cada día en nuestros restaurantes. Hemos adaptado nuestra oferta con nuevas y diversas opciones de pollo. Por ejemplo, introducimos el pollo a la plancha (en nuggets, hamburguesas o wraps), las ensaladas… Así que podemos decir que hemos apostado siempre por buscar el equilibrio perfecto entre nuestros orígenes de Luisiana y los gustos y costumbres mediterráneas”.

Pollo fresco de granjas españolas

El 100% del pollo que ofrecen en sus restaurantes procede de granjas de Navarra y Cataluña, con el sello Welfare Quality, que garantía de bienestar animal. De hecho, uno de los principales compromisos de Popeyes desde su desembarco en España fue apostar por los productos de proximidad para reducir la huella ambiental y comprometerse con la producción local.

Diariamente, las piezas de pollo fresco y al corte llegan a sus restaurantes, donde un chef en cada cocina se encarga del “marinado secreto”. La receta de Popeyes contiene una estudiada mezcla de condimentos que no se puede desvelar —sin conservantes, ni aditivos ni potenciadores de sabor artificiales—, aunque el paladar español reconocerá toques como la pimienta, el pimentón, el ajo y el perejil.

El consumidor español demanda productos de altísima calidad a buen precio. En este sentido, fuimos y somos la primera marca en apostar y ofrecer pollo 100 % fresco y 100 % español

Ignacio Sedano, director general de Popeyes en España y Portugal

Pero, ¿no se trataba de una auténtica receta de Nueva Orleans? Curiosamente, Popeyes ha contribuido a la cultura culinaria al descubrir que tenemos más en común con Luisiana de lo que pensamos. Sus cocinas criolla y cajún heredaron las influencias de un crisol de culturas: española, francesa, italiana, británica, alemana, africana y nativa americana. Por eso, este exquisito marinado de pollo durante 12 horas y su rebozado artesanal, realizado a mano y pieza a pieza, nos lleva de viaje a la tierra del blues y el jazz, pero al mismo tiempo nos recuerda sabores conocidos.

“Cuando lanzamos la marca en España sabíamos que en su gastronomía es menos común el uso de picantes fuertes y adaptamos la receta al paladar español, pero siempre sin perder la conexión con nuestros orígenes y el sabor de Luisiana que nos caracteriza”, desvela Sedano. “En este sentido, trabajamos de la mano de nuestros chefs internacionales que, con su esfuerzo y dedicación, consiguieron el balance perfecto entre el sabor cajún y la adaptación del picante al paladar local”, concluye.

Otra de las novedades que introdujo Popeyes a su llegada a España fue su apuesta radical por productos frescos, aspecto que influiría en el diseño de las cocinas. No existía nadie en el mercado que ofreciera en sus menús un 100% de pollo fresco y esto implicaba cocinas con grandes cámaras frigoríficas que mantuvieran la temperatura entre uno y cuatro grados para no romper la cadena de frío.

Recientemente, Popeyes ha lanzado una campaña en la que invita al consumidor a desconfiar. Realmente, ¿será tan jugoso como dicen? Para conseguir la textura de piezas jugosas por dentro y crujientes por fuera, las freidoras tienen programado el tiempo y la temperatura en función de la necesidad y el tamaño de cada pieza. Ya sean filetes para hamburguesas, tiras crujientes, alitas rebozadas, wraps o pechuga a la plancha. Solo queda comprobarlo en persona en los restaurantes Popeyes para degustar estos sabores y saber si es verdad.


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