este postre tan típico de España se puede congelar y no lo sabías

Sin lugar a dudas, las torrijas son el postre más típico de la Semana Santa en España. Un postre delicioso elaborado con ingredientes tan sencillo como el pan, el huevo y la leche. Lo ideal es prepararlo con pan especial para torrijas si quieres disfrutar de su delicioso sabor y su textura jugosa. Sin embargo, el pan para torrijas solo lo venden en esta época del año.

Pero ya no tienes de qué preocuparte, porque las torrijas se pueden congelar. Además, si lo haces siguiendo los pasos que te explicamos a continuación, no se estropearán ni perderán su consistencia. Aunque siempre es preferible comerlas al momento, puedes congelarlas para seguir disfrutando de ellas el resto del año una vez pase la Semana Santa.

¿Cómo congelar las torrijas?

Lo primero y más importante a tener en cuenta es que el momento para congelar las torrijas es una vez se hayan enfriado después de freírlas. Mételas en el congelador a máxima potencia para que no se estropeen.

Lo ideal es guardar las torrijas en un tupper de cristal. Para asegurarte de que se conservan bien y preservan su textura y sabor durante varios meses, evita que se toquen unas con otras.

Si quieres comer las torrijas en cualquier momento del año sin poner en peligro tu salud por una posible intoxicación alimentaria, debes tener mucho cuidado con el proceso de descongelado. Tienes que hacerlo con calma y de la manera adecuada.

Una vez decidas que es el momento de descongelar las torrijas, mételas en la nevera para que se vayan descongelando poco a poco. Una vez estén blandas, caliéntalas medio minuto en el microondas a temperatura suave. Luego, puede añadir la canela y el azúcar.

Datos curiosos

Aunque en la actualidad las torrijas son un postre típico de la Semana Santa, su origen se remonta al Imperio Romano. En un recetario del siglo I hay una receta muy parecida a la actual.

La razón por la que con el paso del tiempo se convirtió en el alimento más consumido durante la Cuaresma es que era una forma de llenar el estómago. Además, así se aprovechaba el pan duro.

Más allá de la gastronomía española, las torrijas se encuentran en otros países, aunque con una versión distinta. En Francia existe el pain perdu, un pan elaborado con caramelo de mantequilla salada. Mientras, en Portugal, las rabanadas son pan con vino, vainilla y canela.


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