El verano es una época en la que nos gusta dejar respirar nuestros pies y, para ello, recurrimos al calzado por antonomasia de esta estación: las sandalias. Sin embargo, es importante vigilar si llevas chanclas muchas horas, ya que esto puede tener consecuencias para tu salud. Toma nota entonces, porque te contamos a continuación todo lo que necesitas saber sobre los peligros desconocidos de llevar chanclas durante muchos meses en verano.
Vigila si llevas chanclas muchas horas
Estamos en verano, hace calor y es difícil llevar calzado cerrado. De hecho, lo normal es liberar nuestros pies y optar por llevar sandalias y en especial. chanclas durante todo el día. Sin embargo, los especialistas en rehabilitación y fisioterapia de Fisioserv (@Fisioserv) advierten sobre los riesgos desconocidos de usar chanclas durante demasiadas horas seguidas.
Aunque no se prohíbe su uso, los expertos recomiendan evitar abusar de las chanclas por diversas razones. El uso prolongado de este tipo de calzado puede ocasionar problemas en la forma de caminar y afectar nuestros pies, columna, cadera y rodillas.
Uno de los efectos negativos más comunes del uso excesivo de chanclas es la fascitis plantar, que se produce cuando abusamos de las chanclas u otros zapatos planos. Esta condición implica una inflamación y degeneración de la fascia, un tejido conectivo que se extiende desde el hueso del talón hasta los dedos.
Las estructuras de las plantas de los pies juegan un papel biomecánico esencial al mantener el arco plantar y facilitar la absorción y transmisión de energía durante el movimiento. Para tratar la fascitis plantar, se suele combinar el masaje deportivo con ejercicios diarios.
Dolores en el cuerpo y lesiones
Otro problema asociado al uso prolongado de las chanclas son los dolores en rodillas, espalda y cadera debido al limitado apoyo al puente del pie. La falta de soporte frecuente puede ocasionar molestias en estas áreas del cuerpo.
Además, el uso continuo de chanclas puede ocasionar lesiones como esguinces de tobillo debido a la falta de sujeción que proporcionan. También es común la aparición de rozaduras o ampollas en los pies y dedos, aumentando el riesgo de infecciones y gérmenes.
Quemaduras y juanetes
Un peligro desconocido del uso excesivo de chanclas es el daño solar, ya que exponer el pie al sol durante largas horas aumenta el riesgo de quemaduras. También pueden ocurrir problemas como rotura de dedos o uñas, cortes e infecciones.
Por último, es importante destacar que el uso de chanclas puede afectar la forma adecuada de pisar, lo que puede provocar una sobrecarga de esfuerzo en ciertas áreas, como los juanetes.
En conclusión, aunque las chanclas son cómodas y frescas para el verano, es fundamental no abusar de ellas y alternar su uso con otros tipos de calzado para prevenir problemas en nuestros pies y en la forma en que caminamos. ¡Cuida tus pies durante el verano!.
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