Estos son los motivos por los que debes comer sandía cada día en verano

Si hay una fruta veraniega por excelencia, sin duda alguna, la más consumida es la sandía. Su textura crujiente y el hecho de que sea extremadamente refrescante la convierte en uno de los alimentos imprescindible de cualquier nevera veraniega. Desde hace miles de años la humanidad come sandías procedentes de África, siendo uno de los primeros cultivos de las civilizaciones que habían aprendido a controlar el agua. En el siglo XXI comer sandía es casi una necesidad por estos motivos.

Los motivos por los que debes comer sandía cada día en verano

El licopeno es un flavonoide que regula los niveles de colesterol en sangre. Al igual de los tomates o los alimentos de color rojo característico, las sandías son grandes aliadas para prevenir el colesterol malo, una fuente de buenas sensaciones que no podemos dejar escapar este verano.

Ayuda a cuidar tu piel. La sandia contiene muchas vitaminas del grupo B, vitamina C antioxidante y vitamina A que previene el melanoma. El sol del verano hace indispensable que cuidemos nuestra piel al máximo y que mejor forma para hacerlo que desde dentro con ayuda de una buena dosis de sandía.

Es muy refrescante y ayuda a hidratar nuestro cuerpo. Este alimento puede ayudarnos a hidratarnos sin apenas esfuerzo, es una fruta con mucha agua, la que necesitamos para que cuando las temperaturas sigan aumentando podamos mantenernos en forma. El cuerpo nos pedirá más y más líquido.

Es una fruta diurética. Si queremos mantener nuestro sistema en plena forma, nada mejor que este alimento. La sandía nos ayudará a no retener líquidos, algo que no añade más volumen en algunos periodos y que debemos evitar a toda costa. Un buen batido de sandía a primera hora será bienvenido a primera hora de la mañana.

No lo dudes y este verano pon una sandía en tu vida, comprobarás sus beneficios sobre tu cuerpo en primera persona.




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