estos son los peligros de usar mal la mascarilla

La mascarilla se han convertido en uno de los elementos fundamentales de protección contra el coronavirus con los que cuenta la población junto con los geles hidroalcohólicos y han pasado a ser parte de nuestro día a día, sobre todo ahora que la mayoría de las comunidades han hecho su uso obligatorio aun cuando pueda mantenerse la distancia de seguridad. Así las cosas, no nos queda otra opción que acostumbrarnos a utilizarlas y para eso es importante hacerlo de una manera correcta, ya que, en caso contrario, podrían no protegernos adecuadamente.

Sin embargo, a pesar de que ya llevamos varios meses utilizando mascarillas en cada una de nuestras salidas al exterior, lo cierto es que todavía hay personas que cometen errores a la hora de utilizarlas, lo que les pone en riesgo no solo a ellos mismos, sino también al resto de la población con la que puedan mantener contacto.

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Es muy importante hacer buen uso de la mascarilla / Gtres

La mayoría de las personas es consciente de los diferentes tipos de mascarillas que existen y de que su uso es limitado, sin embargo, aún se cometen algunos fallos en el momento de su utilización, sobre todo ahora que muchas personas se encuentran de vacaciones y dudan si pueden quitársela en la piscina o en la playa.

La importancia de tiempo

Es un error pensar que la mascarilla nos protege de manera indefinida. Cada mascarilla tiene unas limitaciones y hay que cambiarla según las indicaciones del fabricante para que sigamos protegidos, ya que, si no, se crea una ilusión de falsa protección. No es recomendable utilizar las mascarillas quirúrgicas, higiénicas y EPI más de cuatro horas. A esto hay que añadir que si se humedecen o deterioran antes, es fundamental desecharla y cambiarla por otra.

Una talla correcta

Es muy habitual ver a personas que llevan la mascarilla mal colocada, con la nariz fuera por ejemplo. La talla influye en la elección de la mascarilla, que tiene que ajustarse de la manera correcta para ser eficaz. Es fundamental que cubra la barbilla y se ajuste a la nariz y en el caso de los niños, es mejor apostar por mascarillas higiénicas y que un adulto supervise su colocación y retirada.

El proceso de colocación y retirada

No solo es importante llevar la mascarilla, sino también colocarla y retirarla de la manera correcta para evitar riesgos.

-Lavarse las manos con un gel desinfectante o agua y jabón antes de colocarse la mascarilla.

-Tocar la mascarilla únicamente por las gomas que van a las orejas. Es fundamental cubrir la boca y la nariz en todo momento evitando que queden espacios.

-Evitar manipular la mascarilla mientras se realiza la colocación, evitando tocarla demasiado, y que en el caso de hacerlo, sea posterior a un lavado de manos.

-Si en algún caso la mascarilla llega a estar húmeda hay que evitar utilizarla, es mejor cambiarla y no reutilizarla más.

-Para quitarla, hay que comenzar por detrás (evitando tocar la parte delantera de la mascarilla) sin olvidar lavar antes las manos, y sujetándola por las cuerdas o gomas. La mascarilla que desechemos debe introducirse en una bolsa o recipiente cerrado, y proceder a lavar las manos una vez finalizado el proceso.

La conservación de la mascarilla

Existen muchas dudas en torno a cómo guardar la mascarilla cuando estamos en algún lugar en el que nos la podemos quitar, o cuando vamos a tomar algo. Lo primero que hay que tener en cuenta es que en ningún caso la mascarilla debe dejarse encima de la mesa, tampoco airearla, ni colocarla en el brazo. Tampoco es correcto dejárnosla puesta y subirla y bajarla, algo bastante habitual. La mascarilla debe guardarse en un sobre de papel, que absorbe la humedad, y en caso de no tener, optar por telas que posteriormente des




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