Romain Grosjean, ya explicó hace unos días, lo que vivió en el grave accidente que sufrió en el pasado GP de Bahrein de F1, en el que salvó su vida pese a permanecer unos 27 segundos dentro de una intensa bola de fuego. Sin embargo, esta vez, en una entrevista concedida a Canal + Francia, reveló más detalles impactantes, reviviendo segundo a segundo lo que vivió en el momento del impacto y lo que pensó tras el incidente.
EL IMPACTO
“Lo recuerdo todo. Recuerdo el golpe y, a pesar de las cifras impactantes de 53G (de fuerza del impacto), a mí no me pareció tan violento. Recuerdo desabrocharme el cinturón, intentar salir del coche y no poder porque estaba atascado. Pensé que tal vez podía estar bocabajo y que ya vendrían a por mí sin problema, así que me volví a sentar”.
LO QUE VIO AL INICIO
“Esperé un poco, miré a mi derecha y vi un color naranja muy fuerte, pero al principio no entendí lo que pasaba. Luego me di cuenta de que era fuego, intenté salir por la derecha pero no pude; intenté salir por la izquierda y tampoco, así que me volví a sentar”.
“VI LA MUERTE Y PENSÉ QUE IBA A MORIR”
“Pensé en Niki Lauda, juré que yo no iba a terminar así, era imposible, mi última carrera no puede ser así. Me volví a sentar, vi la muerte y pensé que eso era todo, que iba a morir. Mi cuerpo se relajó en ese momento, aceptó su destino, me preguntaba por qué lado me empezaría a quemar, si sería doloroso”.
SE LIBERÓ AL PENSAR EN SUS HIJOS
“Pensé en mis hijos y tiré lo máximo que pude de mi pie izquierdo y por eso mi bota se cayó y conseguí liberarme. Giré la cabeza y puse las manos en el fuego, miré mis guantes, que son rojos, y se estaban poniendo negros por el fuego. Sentí el dolor en mis manos, logré sacar la cabeza y luego el torso. Una vez saqué el cuerpo, sabía que iba a vivir; sí, mis manos se quemaron, pero ya estaba fuera”.
PENSABA QUE ÉL TAMBIÉN ESTABA EN LLAMAS
“Luego sentí como la mano de Ian Roberts me tiraba del mono para traerme al otro lado del guardarraíl. No tenía ni idea de si yo estaba ardiendo o no, Ian me tocó la espalda y no sabía si era una bola de fuego andante o si ya no me estaba quemando”.
QUERÍA ANDAR EN LA PISTA PARA CALNAR A LA FAMILIA
“Llegué al coche médico y el doctor me dijo ‘la ambulancia está aquí, te vamos a poner en la camilla’. Yo le dije que quería ir andando para que el helicóptero mostrara esas imágenes y que todo el mundo supiera que estaba bien. Claro que tenía heridas, pero podía andar, podía controlarlo”.
SU LLAMADA A LA FAMILIA
“Cuando llegué al centro médico, vi a Jean Todt y me preguntó el número de teléfono de mi mujer. Intentamos llamar a Marion (Mujer de Grosjean) con el único número que me sabía de memoria, pero no respondió. Jean lo siguió intentando sin parar hasta que le oí decir ‘Marion, soy Jean Todt, estoy con Romain’ y me puso en altavoz. Le dije ‘soy yo, estoy aquí’. Escuché a Marion reírse y llorar a la vez, oí a mi padre y a mis hijos de fondo. Sabían que estaba ahí, consciente y vivo”.
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