El Instituto para la Seguridad en la Carretera de Estados Unidos (IIHS, en inglés) advirtió este jueves de que los nuevos sistemas de ayuda a la conducción causan confusión y contribuyen a aumentar los riesgos, porque los fabricantes no son claros sobre sus capacidades reales.
Dos estudios realizados por IIHS y dados a conocer hoy revelaron que la terminología utilizada por los fabricantes de automóviles para sistemas, como el control inteligente de velocidad o el mantenimiento en el carril, “pueden transmitir el mensaje equivocado sobre la atención que el conductor debe mantener”.
Además, “los conductores no siempre entienden la información importante que es comunicada por las pantallas” de los sistemas.
El presidente de IIHS, David Harkey, señaló en un comunicado que “los actuales niveles de automatización pueden potencialmente mejorar la seguridad. Pero, a menos que los conductores tengan un determinado conocimiento y comprensión, estos nuevos elementos tienen el potencial de crear nuevos riesgos”.
IIHS subrayó que los sistemas de ayuda a la conducción disponibles hoy son considerados del nivel 1 y 2 de automatización, como el mantenimiento en el carril o la distancia con el vehículo precedente.
“Estos sistemas están muy alejados del nivel 5 de automatización, en el que todas las labores de conducción son realizadas sin intervención humana en todas las condiciones”, explicó IIHS.
IIHS fue especialmente crítico con el sistema de Tesla Autopilot, cuyo nombre “indica a los conductores que pueden despistarse”, ya que, a su juicio, “parece prometer más de lo debido” sobre el grado de atención que se debe prestar a la conducción.
En 2018, IIHS realizó un test con varios de los principales sistemas de mantenimiento en el carril y descubrió que “ninguno de estos sistemas mantiene de forma fiable” el coche en el carril y a la velocidad establecida en todas las situaciones.
A pesar de ello, el 48 % de las personas encuestadas por IIHS consideró que el uso del Autopilot de Tesla permite conducir sin necesidad de tener las manos en el volante. Ese porcentaje descendió al 33 % o menos en el caso de los sistemas de otros fabricantes, como el Super Cruise de Cadillac o el Driving Assistant Plus de BMW.
Lo que es más, un 6 % de los encuestados respondió que con Autopilot es posible dormirse al volante, el doble de las personas que dijeron que se puede hacer con los otros sistemas de ayuda a la conducción.
IIHS destacó que algunos propietarios de Tesla han utilizado Autopilot como si el sistema pudiese controlar el vehículo totalmente en todas las circunstancias “con resultados mortales”, ya que varios conductores han muerto cuando sus coches lo tenían activo y no colocaron las manos en el volante.
“El manual del usuario de Tesla claramente indican que la función de conducción de Autopilot requiere las manos en el volante, pero ese mensaje claramente no ha llegado a todo el mundo. Los fabricantes deberían considerar cuál es el mensaje que los nombres de sus sistemas transmiten”, dijo Harkey.
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