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Europa derrota a la NBA en el Mundial: ¿Un cambio de era en el baloncesto?

Europa derrota a la NBA en el Mundial: ¿Un cambio de era en el baloncesto?

El reparto del mayor botín iba a quedar entre los dos miembros de América del Norte. Para Europa, lo que quedara. Pero quienes se van a jugar el ser todo en la final del Mundial este domingo van a ser Alemania y Serbia (14:40) con la plata como mal menor. Para las dos potencias NBA, Estados Unidos y Canadá, eso, lo que queda, el bronce (10:30). Apenas migajas para un Team USA que siempre considera una afrenta nacional no ganar. El simple acto de presencia, lo que básicamente hizo el Dream Team hace 30 años en los Juegos de Barcelona preocupado más por disfrutar de la Ciudad Condal a través de la noche que por el baloncesto, ya hace tiempo que no vale.

“Esto ya no es 1992”, reconocía el laureado y respetado seleccionador estadounidense, Steve Kerr, ni pudiendo batir su equipo a Alemania en un partido a tantos puntos, con un marcador más NBA que FIBA (111-113).

Theis, ‘marginado’ en la NBA, se la jugó a Estados Unidos

Michael Conroy / LaPresse

“El baloncesto se ha globalizado, estos partidos son difíciles, ya no es como 1992. Los jugadores son mejores alrededor del mundo, no es fácil ganar un Mundial o los Juegos Olímpicos”, explicó el técnico de los Golden State Warriors. “No podría estar más orgulloso de mis jugadores. Este equipo es capaz de ganar el trofeo, pero no lo hemos logrado”, añadía Kerr.

Antes, los que se tenían que conformar con estar orgullosos pese a la derrota por haber dado la cara, eran los rivales de Estados Unidos. Hasta el discurso ha cambiado. Aunque en los Juegos Olímpicos es distinto -4 de 5 oros en las citas de este siglo-, el dominio del combinado norteamericano en los Mundiales es inexistente y se resigna a aceptar el reparto en este siglo XXI: dos títulos para un Team USA que ya encadena dos ediciones sin ganar (2010 y 2014) y dos para España (2006 y 2019), mientras que Serbia podría propiciar un triple empate de ganar mañana a Alemania tras levantar el cetro de 2002, cuando el cuadro germano celebró precisamente su mejor resultado mundialista de la historia al son de Dirk Nowitzki con el bronce. 



El caso de Canadá, eliminada ante el conjunto balcánico (95-86) también es paradigmático para señalar cómo está cambiando el paisaje, aunque muy diferente. Se cuelgue el equipo de Jordi Fernández el bronce o no -y en un contexto muy distinto-, no se puede tildar en absoluto su Mundial como un fracaso como el Team USA sino como un éxito total, con un país que apenas ha jugado su primera semifinal y ha alcanzado los 40 millones de habitantes este verano frente a los más de 330 de Estados Unidos, con un obligado cambio repentino de entrenador a menos de dos meses de la Copa del Mundo. Un técnico como el de Badalona casi novato en lo de primer entrenador, apenas la experiencia en el equipo de la G-League de los Cavaliers, Canton Charge.

Pero Canadá es hoy la segunda potencia NBA, segundo país con más jugadores de la mejor liga del mundo con 22 y con 7 de sus 12 jugadores convocados compitiendo en la misma. Mirando los verdugos de ambos combinados norteamericanos, no sólo no es que no haya ninguna súper estrella de la NBA, sino que Alemania apenas tiene 4 jugadores de la liga estaounidense –Dennis Schröder, Moritz y Franz Wagner y Daniel Theis-, y Serbia 2 con Bogdan Bogdanovic y Nikola Jovic si se considera que Filip Petrusev, fichado por los Sixers, todavía no ha debutado en la NBA. 



Stefan Jovic, colaborando con Aleksa Avramovic (Partizan) en la espectacular defensa a Shai Gilgeous-Alexander, ni siquiera jugó competición europea con el Casademont Zaragoza la última temporada. Y de todos esos jugadores NBA, la inmensa mayoría ni son titulares con sus equipos en un hecho que, visto lo visto, plantea si en algunos casos no están infravalorados en la liga estadounidense. Bogdanovic parte desde el banquillo con los Hawks y Jovic apenas jugó 15 partidos con los Heat en su temporada de ‘rookie’ y se habla de él como moneda de cambio para que Miami consiga a Damian Lillard.

Por su parte, Schröder perdió su titularidad con los Lakers a partir de febrero con la llegada de D’Angelo Russell y los de púrpura y oro no le renovaron para firmar un contrato de 2 años y 26 millones con unos Toronto Raptors en los que será el base titular. En el caso de los hermanos Wagner, Franz es titular en los Magic aunque no Mo.

Y Daniel Theis, al que se quitaron de encima los Celtics hace dos temporadas porque su peso era residual, sólo jugó 7 partidos con los Pacers el año pasado pese a estar disponible desde febrero. Tenía tanto guardado dentro, que le endosó 21 puntos a Estados Unidos. Anthony Edwards, que aseguraba que en el vestuario no preocupaba ningún equipo en un alarde demasiado altivo, pudo comprobar de primera mano la calidad del basket europeo a través de todos ellos. 

Jokubaitis, celebrando con Valanciunas la victoria contra Estados Unidos

Pese a que insípida la victoria por terminar sin medalla, la otra selección que derrotó al potente Team USA, Lituania (104-110), sólo tenía un jugador NBA, Jonas Valanciunas, titular en los Pelicans per lejos de ser considerado uno de los mejores pívots de la mejor liga del mundo e incluso a veces con menos minutos que sus suplentes. El otro equipo que puso en dificultades a Estados Unidos pese a la derrota final, Montenegro, presentaba exactamente la misma situación que el combinado báltico: un solo jugador NBA titular en los Bulls pero sin estar en la élite de los ‘centers’ como Nikola Vucevic.

El contexto general del Mundial y el de Estados Unidos en particular desmontan cualquiera de las posibles excusas que se puedan objetar para justificar la decepción. Sin los LeBron, Durant, Curry, Tatum o Draymond Green, es tan indiscutible que el Team USA no llevó a los mejores como que los Jalen Brunson, Anthony Edwards, Jaren Jackson Jr. o Tyrese Haliburton, aunque jóvenes, son estrellas consagradas en sus equipos. Como, sobre todo, que, empezando por Serbia, todas las favoritas, con mayor o menor éxito, se han tenido que adaptar a bajas muy sensibles.

Iokic, una de las bajas del Mundial

Jack Dempsey / LaPresse

La propia Serbia es un ejemplo con Nikola Jokic, además de no haber podido contar con Vasilije Micic, el azulgrana Nikola Kalinic o Nemanja Nedovic. Canadá no ha podido disponer de Jamal Murray y Andrew Wiggins, Alemania de Maxi Kleber, Grecia de Giannis Antetokounmpo, Francia de Victor Wembanyama y España de Ricky Rubio. Serbia, sin su campeón de la NBA o Letonia, -sorpresa del torneo llegando a cuartos sin Kristaps Porzingis-, son ejemplos de grandes colectivos que han sido capaces de estar entre los mejores sin necesitar de sus estrellas NBA. Ejemplos también de la profundidad de plantilla de la que presumía el Team USA.

De hecho, los medios en Estados Unidos han huido de las excusas en su análisis de la eliminación de su selección como es el caso del que hizo el contrastado Brian Windhorst en la ESPN:

“Es la tercera Copa del Mundo que he cubierto y la tercera vez que el Team USA ha fracasado para lograr el oro. Aquellas plantillas afrontaron curvas de aprendizaje con problemas de concentración, preparación y experiencia. Ese no fue el caso en este Mundial. Los jugadores tenían gran camaradería, tenían un buen cuerpo técnico. Muchos de ellos lo hicieron excelente en sus roles, dispuestos a aceptar de más pequeños que sus respectivos equipos NBA o cambiaron sobre la marcha. Este equipo no tenía un defecto de carácter, era uno físico. Era que no eran lo suficientemente grandes”, describía Windhorst. 

En Estados Unidos apuntan a la falta de pívots como el problema del Team USA

Joe Vardon también señalaba en The Athletic la falta de tamaño de un Team USA que sólo tenía a un pívot puro en su roster con Walker Kessler y con apenas 40 minutos jugados en toda la competición en una clara apuesta por el small ball. 

“Los 12 jugadores NBA que Kerr, Grant Hill y Sean Ford juntaron no tenían un solo jugador con experiencia en el equipo nacional, y sólo tres All-Star. Pero se debió en gran medida a quienes sabían que estaban disponibles este verano, y también porque querían adaptar el roster a las demandas del juego internacional, donde dominan los grandes y los bases two-way. Los americanos apostaron fuerte por los bases y jugadores más pequeños en el poste, eligiendo intentar superar a los equipos corriendo, pasando y anotando. En sus dos derrotas, la defensa fue superada”, explicaba Vardon. 

Hace tiempo que Estados Unidos adolece de falta de pívots, sólo Anthony Davis a la altura de los Jokic, Antetokounmpo y Embiid en una NBA en la que precisamente los grandes con estos tres nombres han tomado el control del MVP en el último lustro. Tampoco ningún jugador que iguale el conjunto de habilidades de otros pívots un escalón por debajo como Porzingis, Siakam o Vucevic.

El cuerpo técnico del Team USA liderado por Steve Kerr no supo encontrar soluciones

John Locher / LaPresse

El dominio de los grandes en la pintura frente a la falta de tamaño de Estados Unidos -ni Jackson Jr., ni Banchero ni Portis-, han sido soluciones suficientes ha marcado la tónica de los encuentros en los que el Team USA ha sufrido para ganar o perdido, superado por pívots de ‘segunda fila’ en la NBA como el mencionado Vucevic o Valanciunas. O Theis, que estaría mucho más abajo por estatus.

En un rasgo común en las eliminaciones de ambas potencias NBA, tanto Serbia como Alemania -aplicando ese IQ baloncestístico europeo tan admirado en Estados Unidos-, supieron localizar y explotar los mismatchs interiores que propicia la tan habitual defensa de cambios en la mejor liga del mundo. El particular Dream Team de entrenadores que se juntaron en el coaching staff del Team USA campeones de la NBA tan hartos de hacer ajustes en playoffs –Erik Spoelstra y Tyronn Lue también como ayudantes de Kerr-, tampoco supieron dar con la tecla.

El papel de las reglas

Tan cierto es que las reglas FIBA dan lugar a un juego definitivamente distinto, con su calidad, las estrellas NBA no se han sabido adaptar a ellas. La menor duración de los partidos, el menor tamaño de la pista, la mayor permisividad en el contacto físico… todo suma, pero la inexistencia de la norma de los segundos -por la que los defensores no pueden quedarse por más de 3 segundos en la pintura si no están defendiendo activamente a un oponente-, es la reina que cambia todo.

Con la pintura vacía por la mayor parte del tiempo, en la NBA las defensas no pueden defender de una manera tan compacta y eso facilita que la tendencia general sea jugar aclarados que favorecen la sucesión de jugadas individuales con penetraciones a partir de las cuales se generan los triples -cada vez con más peso-, con la atracción de defensores. A su vez, la mayor frecuencia de acciones individuales aviva el ritmo del juego y las transiciones.

Pesic sigue de moda a sus 74 años

Yong Teck Lim / Getty

Con las reglas FIBA, los equipos pueden jugar mucho más juntos y la zona es mucho más efectiva . El tráfico generado dentro sin la regla de los 3 segundos obliga a los equipos a trabajar mucho más las jugadas. A ello se refería Svetislav Pesic justificando por qué ve al baloncesto europeo por encima del de la NBA:

“El baloncesto es el juego donde es importante encontrar el ritmo adecuado. El ritmo del juego es muy importante. ¿Qué significa el ritmo del juego? Tú no puedes jugar los 40 minutos con sólo contraataques o ataque posicional. El baloncesto europeo es otro baloncesto, el basket NBA fluye. El punto del baloncesto europeo es encontrar la oportunidad para cambiar el ritmo del juego: contraataque-ataque posicional, ataque posicional – contraataque. Juego interior – juego exterior. No sólo triples, triples y triples”, exponía el ex entrenador del Barça en declaraciones a Basketnews.

Varios entrenadores, hartos de las reglas de la NBA

En la propia NBA, de hecho, hay entre los entrenadores una corriente de opinión crítica sobre unas reglas que favorecen cada vez más el juego ofensivo y ese alto ritmo de juego, con consecuencias, entre otras, como la proliferación del triple.

Dwane Casey, Mejor Entrenador de 2018 y ahora con un rol en el front office de los Pistons tras ser cesado como técnico, cree de alguna manera que el juego colectivo ofensivo en la NBA está perdiendo riqueza pese a que los jugadores tengan cada vez más habilidades.

“Ahora es todo ataques a la pintura o triples”


Dwane CaseyEntrenador de la NBA

“El juego de hoy es diferente, las reglas realmente favorecen el ataque. No puedes tocar a nadie y hay jugadores muy talentosos, más que antes. Pueden pasar, atacar el aro, hacer el ‘eurostep’, tirar de tres… muchas cosas. Hablamos con la competición de cómo podemos hacerlo como liga para incentivar otras acciones como el juego en el poste y los tiros de media distancia porque ahora es todo o ataques a la pintura o triples”, explicaba Casey a MD la pasada campaña.

Steve Kerr también pide que las reglas faciliten más la defensa, mientras que todo un Hall of Famer como Gregg Popovich, amante del juego colectivo, también ha tirado con bala a la tendencia actual, calificando la expansión del triple como “circo” y proponiendo, irónicamente, que se implante un tiro de 4.

¿Una liga mixta NBA-Euroliga?

Si la victoria de un equipo como España sin estrellas NBA en el Eurobasket del año pasado abrió el debate, lo que ha sucedido ya en este Mundial pase lo que pase en la final va a dejar bien encendido el debate de si pueden competir los equipos Euroliga con los de la NBA.

“¿Que qué pasaría en una competición NBA – Euroliga? Algunos equipos de la Euroliga pueden competir contra los de la NBA”, advirtió Franz Wagner el pasado curso en conversación con MD.

“Las reglas serían una pieza muy importante de esa competición. Con reglas NBA, sería muy difícil para los equipos europeos. Pero el nivel en Europa está subiendo”, argumentó el alemán, con Willy Hernangómez coincidiendo en gran parte. “Si son reglas FIBA, los equipos de Euroliga podrían competir con algunos de la NBA. Si se aplicaran reglas NBA…nada que hacer”, dijo por su parte el nuevo pívot de un Barça al que Jabari Parker ve listo para competir contra conjuntos de la mejor liga del mundo.

Jabari Parker posando en el pabellón de la Ciutat Esportiva Joan Gamper

Pere Puntí

“El Barça podría competir contra equipos NBA, sin duda. Tenemos varios jugadores importantes que han estado allí como yo, Sato o Willy… Nuestra experiencia está ahí, tras haber jugado al máximo nivel durante años. Creo que podríamos competir”, subrayó el número 2 del draft de 2014 en entrevista con MD.

Hay entrenadores de la liga estadounidense como Nick Nurse que también consideran la diferencia cada vez menor:

“Él nivel de la Euroliga se va acercando siempre, los jugadores van mejorando y los que vienen saben lo que ven. El número de partidos (que se juega en la máxima competición continental) hace que el hueco se vaya cerrando”, destacó el nuevo técnico de los Philadelphia 76ers.

Doncic se enfrentará al Madrid el 10 de octubre

Todavía una utopía por ahora una liga con equipos de ambos continentes y sin concretarse nada aún sobre la participación de conjuntos Euroliga en el nuevo torneo de medio temporada de la liga estadounidense al estilo Copa, los amistosos seguirán siendo la única de medida para testar dónde se encuentra la brecha Europa-NBA con el Dallas Mavericks – Real Madrid del 10 de octubre como interesante próxima cita tras un Mundial que terminará con Serbia y Alemania jugándose el oro y los favoritos Estados Unidos y Canadá el bronce. El mundo al revés. O no. Simplemente, que el orden está cambiando.




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