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Exhibición de carácter en Boston de unos Sixers a punto de cambiar la historia

Exhibición de carácter en Boston de unos Sixers a punto de cambiar la historia

A base de talento y de MVP pero también de dureza, los Philadelphia 76ers están a punto a darle un vuelco a su infausta historia desde que empezara el siglo XXI, de despojarse definitivamente de sus complejos y hacer sentir a su afición como no se siente desde 2001, la última vez que Philly vio a su equipo llegar más allá de unas Semifinales de Conferencia con aquel equipo al son de Allen Iverson alcanzando las Finales en las que poco pudieron hacer ante los Lakers de Kobe Bryant y Shaquille O’Neal. 

Tras derramar casi sangre por sobrevivir el domingo para empatar la serie, los Sixers pasaron y ganaron por un TD Garden en el que hasta arrasaron a ratos (103-115) para dejar a los Celtics al límite con el 3-2 con una puesta en escena impecable en la que derrocharon esfuerzo, seriedad y alternativas, con Tyrese Maxey pasando de tercera estrella en discordia a integrarse de pleno en un tridente de astros que deslumbró a Boston.

El base, tan reclamado como requisito indispensable para el éxito de los Sixers y no pocas veces criticado por su falta de fiabilidad, se disparó hasta los 30 puntos acribillando desde el perímetro -6/12 en triples, con Joel Embiid esta vez sí en plan MVP con 33 tantos -10/23 en TC y 10/11 en tiros libres-, sin amilanarse en ningún momento y James Harden gestionando más que ejecutando y bordando la interpretación y la selección de tiro, sólo 17 puntos pero con un 4/8 lanzamientos y 10 asistencias.

Jayson Tatum intentó sostener a los Celtics con 36 tantos -aunque un 11/27 en tiros y un 3/11 en triples-, en compañía de Jaylen Brown -24 con un 9/16 en lanzamientos y un 3/6 desde el perímetro-.

Contradiciendo lo que ha venido siendo habitual esta temporada, Boston falló como colectivo ante unos Sixers que fueron esta vez más equipo, sólo Marcus Smart como el otro jugador sumando en dobles dígitos (14). La estadística no es dogma pero el 82% de los equipos que han ganado el Game 5 con 2-2 en la eliminatoria se han acabado llevando el gato al agua. Aunque Boston fue capaz de remontarle un 3-2 a los Milwaukee Bucks en las mismas Semifinales de Conferencia. 

Puede que los Celtics -favoritísimos al empezar la eliminatoria-, tengan más variedad en su juego y más profundidad de plantilla –hasta se puede decir que el roster más amplio de la NBA-. Y que, al mismo tiempo, se añore más riqueza táctica en los Sixers más allá de la fabulosa pareja Embiid-Harden. Pero para ‘Philly’ este es el año. Lo creen, lo palpan, lo sienten.

Y lo transmiten, con un desenfrenado deseo y una fe que se percibe, sobre todo tras un Game 3 -que supuso el 2-1 para Boston-, en el que el MVP levantó la voz para que todo el mundo se implicara más. Y como no todo va sólo de pizarra, sino también de emociones, Doc Rivers sabe tocar la fibra a sus jugadores con lo de Harden y Gospel como paradigma mientras que P.J. Tucker, con la vehemente reprimenda a Embiid del cuarto partido como imagen más ilustrativa, los arrea a todos.

En una historia publicada por la ESPN, decía que este año el suyo es un equipo más duro. Pero también más maduro en cuanto a la relación Embiid-Harden, con una sarta de alternativas en el pick and roll que les convierten en indefendibles, más si entran los triples, con un 12/30 para un 40% frente al insuficiente 12/38 -34%-, de los Celtics. Sobre todo, si Tobias Harris es el que se espera y anota 16 tantos como anoche en un duelo en el que los de Rivers tuvieron casi siempre controlado, con rentas por encima de los 10 puntos y alcanzando los 19. 

Con la inspiración constante de Maxey como grave imprevisto y todas las dudas que generó, la pareja de MVPs volvió locos a los Celtics con la vuelta de tuerca que dieron al bloqueo directo. Pasar a jugar pick and roll altos con Harden iniciando la jugada espació la cancha y la activación de una opción que casi no se había visto en esta serie -la del ‘pick and pop’ con Embiid-, golpeó una y otra vez a Boston, fuera con el camerunés disparando desde el perímetro tras bloqueo -3/7 en triples-, o desde la media distancia.

Un tipo de jugada en el que sobre todo sufrió sobre todo Robert Williams III, cuestionada su fama de buen defensor gran parte de la eliminatoria y concediendo también demasiado espacio a Maxey a la salida del bloqueo directo.

Hubo un detalle interesante por parte de Maxey que pudo contribuir al magnífico espaciado de la pista de Philadelphia. El ‘0’ fue el que empezó en muchas ocasiones el ataque para entregársela luego a Harden, cerca de él para continuar la jugada, para luego cortar y llevarse a su defensor. Incluso a veces fue el propio Maxey el que siguió con la acción con Harden manteniendo sellado a Jaylen Brown más allá del perímetro para desmantelar la compacta defensa de los Celtics y que Embiid tuviera así también más espacio para operar en el poste.

El camerunés se fue entonando con su tiro de media distancia fuera quién fuera su defensor y fue listo sacando tiros libres cuando la intensidad física y la acumulación de ayudas le incomodaron. Pero en ‘Philly’ tuvo también su incidencia Danuel House Jr, indispensable factor X. Sólo había jugado 8 minutos en lo que va de serie, pero se multiplicó para influir en ambos aros y acabar con 10 puntos.

Nada que ver con la de sobre todo el Game 3, la defensa de los Sixers incrementó su nivel de intensidad y actividad, con P.J. Tucker a un nivel muy alto, con las ayudas sucediéndose y, clave, Joel Embiid manteniéndose cerca del aro. Cuando el camerunés se planta en la pintura y actúa como ancla de la defensa, los 76ers se vuelven inexpugnables.

El MVP, con 4 tapones incluidos, se sintió muy cómodo sobre todo en la zona 2-3 que en algunos momentos jugaron los de Rivers, concediendo algo más en el perímetro, teniendo muy claro que, por encima de todo, había que proteger la pintura para evitar que Boston generara tiros desde el 7,25 de buena calidad. Al Horford, completamente negado con un 0/7 para acabar con 0 puntos. 

Tienen estos Sixers algunos paralelismos con los de 2001. Un MVP, un pívot africano como entonces -Dikembe Mutombo– que se compenetra a la perfección con un base de Hall of Fame con ‘crossovers’ hipnotizantes sin anillo -algo que espera revertir Harden-, pero, sobre todo, mucha determinación. El jueves, sexto partido -01:30, hora peninsular-, puede ser, por fin, el día que Philadelphia lleva más de 20 años esperando.

BOSTON CELTICS

103115

PHILADELPHIA 76ERS

Boston Celtics: Tatum (36), Brown (24), Al Horford, Smart (14), White (7). 
​Banquillo: Brogdon (7), Robert Williams III (4), Pritchard (8), Grant Williams, Hauser, Kornet, Muscala.

Philadelphia 76ers: Tucker (3), Harris (16), Embiid (33), Maxey (30), Harden (17). 
​Banquillo: Melton (4), House (10), Niang, Reed (2), Milton. 

Parciales: 26-33/23-25/23-30/31-27
​Árbitros: Marc Davis, Josh Tiven, Tyler Ford. 

Incidencias: quinto partido de Semifinales de Conferencia (Este) disputado en el TD Garden de Boston ante 19.156 espectadores. Los Sixers ganan ahora 3-2 en la serie. 

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