La huelga en el fútbol femenino español, la primera en todo el mundo, se ha solventado este fin de semana con éxito. No se ha disputado ninguno de los ocho partidos previstos de la novena jornada de la Primera Iberdrola, donde destacaban el derbi sevillano Real Betis-Sevilla y los duelos de la máxima entre la Real Sociedad-FC Barcelona y Valencia-Atlético de Madrid.
Las jugadoras de los 16 equipos de la Primera Iberdrola no se han presentado en los campos donde debía rodar el balón y donde las árbitras han ido decretando uno por uno la suspensión de los encuentros. El primero que debía disputarse, en laCiudad Deportiva Dani Jarque, el sábado a las 13 horas entre el Espanyol y el Granadilla Tenerife dio el pistoletazo de salida a un parón masivo.
Agotadas todas las vías
El temor a una huelga se hizo realidad después de haber agotado todas las vías posibles para desbloquear la actual falta de acuerdo por un convenio colectivo que regule los derechos de las futbolistas. Tras más de un año y 18 reuniones infructuosas, en las que no se ha logrado la firma de un convenio, las futbolistas han dicho basta.
El lunes, nueva reunión
La huelga es indefinida, por lo que si no se halla una solución la próxima semana, seguirá en la siguiente jornada. Los clubs de la Primera Iberdrola y los sindicatos AFE, UGT y Futbolistas ON se reunirán este lunes a las 13.00 horas, en la sede del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) en Madrid, a fin de desencallar la situación y buscar una solución a la huelga.
“Reivindicamos aquello que creemos que nos merecemos: unos derechos y unas condiciones por las que muchas otras futbolistas también lucharon años atrás y que hoy nos permiten disfrutar de un mejor contexto. Sin embargo, no es suficiente y debemos seguir construyendo y defendiendo el fútbol femenino español”, señalaba Gemma Gili, jugadora del Levante. “Luchamos por dignificar esta profesión”, le secundaba Maite Albarrán, del Sevilla.
Las jugadoras reclaman un salario mínimo, esto es, 16.000 euros anuales, con una parcialidad del 100% de la jornada laboral, que estarían dispuestas a rebajar hasta los 12.000 euros con una parcialidad del 75%. Ahí han delimitado la ‘línea roja’. No obstante, los clubs, a través de la ACFF, ofrecen una jornada laboral del 50% a razón de 8.000 euros anuales.
Riesgo de desaparición
Aseguran desde la ACFF que las exigencias de las jugadoras son inasumibles por parte de varios clubs, lo que podría derivar en constantes impagos o incluso en la desaparición de entidades históricas que no están respaldadas por clubs masculinos.
“¿Vamos a permitir que cuatro clubs desaparezcan? ¿Vamos a permitir que 80 jugadoras tengan que dejar de jugar al fútbol?”, se preguntaba Rubén Alcaine, presidente de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino -ACFF-. Según datos de este organismo, de las 300 jugadoras que hay actualmente en la Primera Iberdrola, unas 80 no alcanzan el salario mínimo.
En el trasfondo de la huelga está la guerra entre la RFEF y Mediapro por los derechos televisivos. Ni la Federación ni la operadora televisiva están dispuestas a negociar por el reparto de partidos a emitir por TV, por lo que las ayudas económicas que prometen para solventar la situación son inviables.
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