Los exorcismo pueden parecer una práctica extinta que realizaba la Iglesia Católica en anteriores siglos. Sin embargo, esta creencia relacionada con las posesiones demoníacas está más presente que nunca, pero se mantiene un poco más oculta y modernizada. Sí, la Iglesia se está proponiendo incorporar las nuevas tecnologías a la expulsión del diablo de los cuerpo de los creyentes y así es como pueden nacer los peculiares exorcismo por teléfono. Sin duda, una más que curiosa práctica que ha sido planteada en unas jornadas que tuvieron lugar la semana pasada en el Vaticano ¡No te lo pierdas!
Exorcismos 2.0
La práctica de los exorcismos no es cosa del pasado, es más, está más viva que nunca. Según la BBC, en el pasado año tuvieron lugar más de 5.000 exorcismos repartidos por las distintas regiones de Italia. Unos datos que demuestran que este tipo de técnicas religiosas siguen formando parte de la tónica habitual de muchas familias. La creencia basada en el diablo encarnado en el cuerpo de una persona recibe cientos de peticiones cada día en busca de una solución inmediata por parte de la Iglesia. Por eso, desde las últimas jornadas del Vaticano se ha propuesto una idea tan concisa como revolucionaria: exorcismos por teléfono.
La Iglesia piensa que la llegada de las nuevas tecnologías puede ayudar a atender la gran cantidad de peticiones de exorcismo que existen en todo el mundo. Sin embargo, para que esto se produzca deben reclutarse muchas más personas capaces de realizar este tipo de prácticas católicas. A partir de esta iniciativa, el ámbito religioso pretende adaptarse de la mejor forma posible a una sociedad que ha avanzado mucho desde el pasado siglo XX. Y es que, según explican los organizadores del curso en IFL Science, los senderos de la demonología se han trasladado a las nuevas tecnologías.
Desde los sectores religiosos aseguran que algunas tecnologías como el móvil, la televisión o el ordenador pueden llegar a estar endemoniadas o poseídas. Por lo tanto, es muy aconsejable que puedan realizarse exorcismos a través del propio teléfono móvil. Es decir, sin que el propio exorcista tenga que desplazarse hasta el lugar de los hechos. Si existen estas tecnologías ¿por qué no utilizarlas para su propia destrucción? Al menos eso piensan desde la comunidad religiosa. Aunque parezca una broma, los «teleexorcismos» están cada día más cerca…
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