Expertos de Banxico advierten riesgos para el crecimiento y la inflación

Entre los elementos que han propiciado el ambiente de incertidumbre destacan la intención de cancelar el proyecto del Nuevo Aeropuerto y la la preocupación por el modelo de negocios de Pemex, señaló el banco central.

El balance de riesgos para el crecimiento económico continúa sesgado a la baja y se ha deteriorado, señalaron miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México en su minuta número 64. 

La mayoría afirmó que se han revisado a la baja las perspectivas de crecimiento económico para el cierre de este año y el siguiente, tanto por organismos internacionales, como por dependencias públicas y organizaciones del sector privado.

Uno de ellos destacó que el entorno de crecimiento para 2019 está sujeto a una elevada incertidumbre y dependerá tanto de las políticas públicas que se implementen, como de sus efectos en la inversión privada y el consumo.

Algunos mencionaron riesgos adicionales, entre los que destacan: que se enfrenten obstáculos en el proceso de ratificación de los acuerdos comerciales alcanzados entre México, Estados Unidos y Canadá; que se presenten factores que propicien mayor incertidumbre interna y una menor confianza en las perspectivas de la economía mexicana; y, que se presenten algunos atrasos en la ejecución del gasto público ante el cambio de administración.

Además, la mayoría argumentó que existen importantes factores de riesgo para el mediano y largo plazos, indicando uno de ellos que estos son inclusive más preocupantes que los que se enfrentan en el corto plazo.

Entre los riesgos señalados figuran aquellos de carácter estructural derivados de la posible adopción de políticas que pudieran conducir a cambios profundos en la economía y la capacidad de crecimiento; así como los derivados de la falta de Estado de derecho, inseguridad pública e impunidad que están afectando considerablemente las perspectivas de inversión y crecimiento económico.

Asimismo, uno de los expertos agregó que los desafíos son más complejos al considerar que no se espera un incremento del cociente de inversión pública a PIB en los próximos años, que es difícil esperar que el dinamismo del consumo continúe en un entorno de persistente debilidad de la inversión, y que las exportaciones pueden verse afectadas ante la perspectiva de un menor crecimiento del comercio mundial.

En cuanto a los principales riesgos cíclicos al alza para inflación, la mayoría destacó: la posibilidad de que la cotización de la moneda nacional continúe viéndose presionada por factores externos e internos; que se observen nuevas presiones sobre los precios de los energéticos o incrementos en los precios de los productos agropecuarios; que se presente un escalamiento de medidas proteccionistas y compensatorias a nivel global; y que se deterioren las finanzas públicas.

Adicionalmente, mencionó que, considerando la magnitud de los aumentos recientes en el salario mínimo, además de su posible impacto directo, se enfrenta el riesgo de que estos propicien revisiones salariales que rebasen las ganancias en productividad y generen presiones de costos con afectaciones en el empleo formal y en los precios.

La mayoría coincidió en que además de los factores externos ya mencionados, este entorno continuó reflejando la incertidumbre en torno a las políticas de la nueva administración, añadiendo uno de ellos que, en su opinión, este último factor ha sido el más relevante.

Según los analistas, entre los elementos que han propiciado el ambiente de incertidumbre destacan la intención de cancelar el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, la preocupación por el modelo de negocios de Pemex y el posible efecto de distintos proyectos legislativos.




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