KABUL, Afganistán — Dos miembros del servicio de Estados Unidos murieron y otros dos resultaron heridos cuando su vehículo fue alcanzado por una bomba en la carretera en el sur de Afganistán, dijo el Ejército de EEUU.
De acuerdo con las reglas del Departamento de Defensa, el ejército no identificó a los soldados.
Los talibanes asumieron de inmediato la responsabilidad del ataque. Qari Yusouf Ahmadi, un portavoz talibán, dijo que ocurrió en la provincia sureña de Kandahar.
Más de 2,400 miembros del servicio estadounidense han sido asesinados en Afganistán. El año pasado fue uno de los más letales con 23 soldados estadounidenses muertos, incluso cuando Washington entabló conversaciones de paz con los talibanes.
El último ataque parecía detener los nuevos esfuerzos para reiniciar las conversaciones de paz intermitentes entre Washington y los talibanes.
El enviado de paz de Estados Unidos, Zalmay Khalilzad, ha estado presionando a los insurgentes para que declaren un alto el fuego o al menos reduzcan los ataques violentos. Eso daría una ventana en la que Estados Unidos y los talibanes podrían forjar un acuerdo para retirar todas las tropas estadounidenses. Ese acuerdo también establecería una hoja de ruta para conversaciones directas de afgano a afgano, mapeando el futuro de la posguerra del país.
Previamente, tanto funcionarios de la OTAN como afganos habían confirmado que la explosión de una mina en la carretera golpeó un vehículo del ejército estadounidense sin mencionar víctimas. En un breve comunicado, un portavoz de la OTAN dijo que los funcionarios todavía estaban “evaluando la situación y proporcionarán más información a medida que esté disponible”.
Un funcionario afgano dijo que el ataque había tenido lugar en el distrito Dand de la provincia de Kandahar. El funcionario no estaba autorizado para hablar con los medios y solicitó el anonimato.
Los talibanes ahora controlan o dominan aproximadamente la mitad de Afganistán. Los militantes continúan realizando ataques casi diarios contra las fuerzas afganas y estadounidenses, incluso mientras mantienen conversaciones de paz con Estados Unidos. Decenas de civiles afganos también son asesinados en el fuego cruzado o por bombas colocadas junto a la carretera por militantes.
En noviembre, dos miembros del servicio estadounidense fueron asesinados cuando su helicóptero se estrelló en la provincia oriental de Logar. El ejército en ese momento dijo que los informes preliminares no indicaban que fue causado por el fuego enemigo, aunque los talibanes afirmaron haber derribado el helicóptero, un reclamo que el ejército de Estados Unidos desestimó como falso.
El embajador estadounidense John Bass dejó Kabul la semana pasada, poniendo fin a su mandato de dos años como el principal diplomático de Estados Unidos.