DENVER – Un hombre que escapó de una prisión de Colorado en 1974 fue encontrado viviendo bajo un alias en un pequeño pueblo en el norte de Nuevo México luego de que el oficial de policía de Denver al que disparó hace décadas ayudó a localizarlo, dijeron las autoridades.
Luis Archuleta, de 77 años, también conocido como Larry Pusateri, fue arrestado el miércoles en Española, Nuevo México, donde había estado viviendo bajo el nombre de Ramón Montoya durante unos 40 años, dijo el FBI en un comunicado.
Archuleta fue acusado en 1971 de dispararle al oficial de policía de Denver Daril Cinquanta, quien había detenido a Archuleta para verificar su identificación, informó KMGH-TV.
Cuando Cinquanta intentó buscar armas, los dos pelearon y Cinquanta recibió un disparo en el estómago, dijo KMGH-TV.
En 1973, un jurado condenó a Archuleta por asalto con un arma mortal.
Cinquanta, quien desde que se jubiló y comenzó su propia compañía de investigación privada, nunca dejó de hacer llamadas telefónicas y tocar puertas con la esperanza de localizar a Archuleta, informó KUSA-TV.
El Servicio de Alguaciles Federales de los Estados Unidos ubicó confirmó el arresto de Jacob Blair Scot, uno de los fugitivos más buscados del país.
Su búsqueda dio sus frutos cuando un informante llamó. “Recibo una llamada telefónica de un individuo y esta persona dice: ‘Lo he pensado y te voy a decir dónde está el tipo que te disparó’, y por supuesto que era escéptico”, dijo Cinquanta.
“Cuarenta y seis años después, y de la nada recibí una llamada telefónica. Bueno, esta persona me da su dirección y su alias … y otros hechos que no significaron nada en ese momento”.
Un tribunal federal de Colorado emitió una nueva orden de arresto relacionada con la fuga de la prisión y Archuleta fue arrestado en el pequeño pueblo a unas 20 millas al norte de Santa Fe.
Su presunto intento de burlar a las autoridades acabó muy mal para una mujer en una cárcel.
Está representado por la Oficina de la Defensoría Pública Federal, que no respondió de inmediato el viernes a un mensaje telefónico en busca de comentarios en nombre de Archuleta.
Michael Schneider, el agente especial del FBI en Denver, dijo que “el arresto debe enviar una señal clara a los delincuentes violentos en todas partes: el FBI lo encontrará, no importa cuánto tiempo tome o cuán lejos corra, y lo llevaremos ante la justicia”.
Cinquanta espera visitar a Archuleta cuando vuelva a estar detenido en Colorado. “Me encantaría sentarme y hablar con él”, dijo Cinquanta. “Puede que me hable o no. ¿Quién sabe?”