La base militar de Torrejón de Ardoz (Madrid) recibió a última hora de la tarde de este viernes, por segundo día consecutivo, un avión del Ejército español y otro del Servicio Exterior de la UE que transportaban 148 refugiados afganos. La intención del Gobierno es establecer, si las condiciones lo permiten, un puente aéreo regular para seguir con el proceso de extracción de colaboradores de España y otros países europeos. Las fuentes gubernamentales consultadas avanzaron que la madrugada de este sábado estaba previsto que partiese uno de los tres aviones militares estacionados en Dubái rumbo a Kabul pese a la situación crítica en la capital afgana, que se agrava conforme los talibanes refuerzan su dominio e imponen su interpretación fundamentalista del Islam. Si nada se tuerce, por la tarde estarían en Madrid. Antes debería llegar a Torrejón un vuelo con expatriados del país centroasiático que han trabajado los últimos años para países o empresas de la UE. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, visitarán este sábado con Pedro Sánchez el campamento de acogida levantado en la base madrileña, que se ha convertido en una puerta de entrada para los refugiados afganos antes de su distribución por los países comunitarios.
Los 110 afganos que un A400M de las Fuerzas Armadas españolas lograron evacuar a las 6.30 de este viernes (hora española) del aeropuerto de Kabul, como adelantó EL PAÍS, tomaron tierra pasadas las 20.30 en Madrid. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños y uno de los hombres fuertes del Gobierno, les recibió a pie de pista. “La situación es dramática. Miles de afganos quieren embarcar a una vida mejor. España y Europa están trabajando día y noche para evacuar a cuantas más personas mejor. Podemos estar orgullosos de tener un país tan solidario”, afirmó. Bolaños recalcó que “en todas las crisis humanitarias, los más vulnerables, las mujeres y las niñas, son quienes más sufren”. Y pidió “un esfuerzo más” para seguir afanándose en la evacuación.
Tras hacer escala en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), donde llegaron poco después de las 10.00 tras recorrer una distancia de casi 1.700 kilómetros, el grupo cubrió el resto del viaje a España (5.600 kilómetros) en un vuelo de Air Europa, una aerolínea que suele operar con el Ministerio de Defensa. Se trata del doble de personas que llegaron la madrugada del jueves —48 afganos y cinco españoles— en otro transporte a la base de Torrejón. Entre los refugiados viajaban tres familias completas de personal que trabajó con la Embajada española y otros trabajadores de la legación. También lo hizo Nilofar Bayat, capitana de la selección afgana de baloncesto en silla de ruedas, que ha recibido una oferta del Bidaideak de Bilbao. El resto del contingente lo formaban afganos que han colaborado con España, acompañados de sus familias. Les precedió, cuatro horas antes, un vuelo procedente de París con 38 personas que también han colaborado con Bruselas y serán acogidas en Alemania, Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Polonia, según avanzaron fuentes gubernamentales. Este vuelo se esperaba el jueves, pero la evolución de la crisis está provocando que los planes se revisen constantemente. Un vuelo italiano del Servicio Exterior de la UE trajo ese día a 36 personas: cinco familias que serán acogidas en Alemania, Dinamarca, Letonia y Polonia.
La previsión del Gobierno era que al menos uno de los aviones de transporte que tiene en Dubái hubiese continuado con la evacuación de colaboradores afganos durante el jueves. La situación caótica en Kabul lo impidió y pospuso los planes iniciales unas horas. El Ejecutivo ha solicitado por esta razón la ayuda de Estados Unidos para tratar de allanar el operativo diseñado por La Moncloa. El Ejército estadounidense controla el aeropuerto de Kabul. Una de las tareas que ha acometido es ir dando paso a los aviones aliados, junto a la OTAN, para que entren y salgan del aeródromo afgano. “Tuvimos problemas los primeros días, pero no fue por una falta de colaboración con el Ejército de Estados Unidos. Es tal la cantidad de aviones que necesita aterrizar en Kabul para la evacuación que hay muchas dificultades en el espacio aéreo y el propio aeropuerto. A veces las pistas están colapsadas por las personas que logran acceder”, expuso la ministra de Defensa, Margarita Robles.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, pidió el jueves al secretario de Estado, Antony J. Blinken, “que se dé facilidad” para que los aviones españoles salgan con los colaboradores afganos. Según un comunicado del Departamento de Estado estadounidense, hablaron de los esfuerzos de evacuación en curso y las formas de promover la seguridad de todos los afganos y ciudadanos internacionales. Albares calificó la conversación de “franca” y “constructiva”. “Estamos trabajando codo con codo con Estados Unidos y el resto de socios de la OTAN para que la evacuación sea un éxito”, manifestó.
La coordinación de las potencias occidentales no ha evitado que el acceso al aeropuerto de Kabul se haya convertido en el gran escollo para la evacuación de los cientos de trabajadores afganos y sus familias que han trabajado para España y otros países. Los talibanes bloquean los accesos y, tras su ofensiva relámpago, han establecido numerosos controles ocupando el vacío de poder tras la caída del Gobierno afgano. La provincia del Panshir es la única que ha resistido el embate de la milicia radical. “La evacuación está siendo muy complicada. Vamos a intentar sacar al máximo número de personas mientras sea posible. La dificultad final son los últimos metros, porque hay controles talibanes y una marea humana que impide físicamente acceder. Todos [los países que participan en la evacuación] hemos tenido a gente a metros de las puertas del aeropuerto que no han podido acceder”, aseveró Albares.
La ministra de Defensa apuntó también que los dos aviones españoles que han logrado aterrizar en Kabul no partieron con el pasaje completo debido al “caos” que rodea al aeródromo. “Hay todo tipo de dificultades. Si no ha entrado más gente en los aviones es porque la situación para acceder al interior del aeropuerto es dramática, con esperas de hasta 48 horas”, señaló. Uno de los evacuados perdió a una hija en las avalanchas para acceder al recinto, detalló Robles. La responsable de Defensa aseguró que Estados Unidos permanecerá en Afganistán más allá del 31 de agosto, la fecha que Washington se ha marcado para que sus tropas dejen el país. “Nos han garantizado que hasta que no se vaya la última persona que se tiene que ir no van a abandonar el aeropuerto”, dijo. La intención de la Administración de Joe Biden es sacar a 50.000 personas. Alemania pretende evacuar a 10.000.
Sincronización
Fuentes del Gobierno explicaron que por razones de seguridad el operativo debe estar “sincronizado al milímetro” para que los aviones de transportes permanezcan lo “imprescindible” en el aeropuerto de Kabul. “Nuestros aviones no partirán desde Dubái a Kabul hasta no tener garantizado que pueden embarcar al máximo número posible [de afganos]”, abundan en el Ejecutivo. Para eso, las personas que figuran en los listados españoles y del resto de países deben lograr entrar en el recinto del aeropuerto. Exteriores ha enviado a dos diplomáticos más para reforzar el dispositivo de evacuación. En la capital afgana permanecen el embajador, Gabriel Ferrán, y otra diplomática, Paula Sánchez, quien ocupa la segunda jefatura de la Embajada. 10 agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y siete de la Unidad de Intervención Policial (UIP) se encargan de la seguridad.
En medio de un contexto tan imprevisible, las principales autoridades de la UE visitarán este sábado la base de Torrejón. El Gobierno entiende que la visita es un reconocimiento a la participación de España en la resolución de la crisis. “Lo sentimos como un espaldarazo político y logístico tras ofrecernos como hub [centro de recepción y distribución]”, afirmó Albares. El campamento cuenta con una capacidad de un millar de plazas. Los afganos estarán allí un máximo de 72 horas antes de entrar en el sistema de acogida español o de la UE. España tiene previsto acoger a unos 50 afganos en el reparto de los colaboradores con las instituciones de la UE. “Para un país del tamaño de España es lo que nos corresponde”, observó Albares. Serán todos los que han trabajado para España y una parte “equitativa” de otros miembros de la UE. Los socios comunitarios negocian el cupo que corresponderá a cada país.
Frente a las críticas de la oposición, que incidían en la ausencia pública del presidente del Gobierno, el ministro de Exteriores ha subrayado este viernes el papel de Pedro Sánchez en la gestión de la crisis afgana. “No solo la está liderando, sino que está en permanente contacto con nosotros”, ha incidido. Albares participa este viernes en la reunión por videoconferencia de los ministros de Exteriores de la OTAN. “Hay que prepararse para el futuro de Afganistán, sin duda. Todos los países de la OTAN estamos empezando a reflexionar sobre el futuro”, ha manifestado el ministro. Pero antes la prioridad será salvar al mayor número de personas que por sus perfiles pueden sufrir la represión de los talibanes, como periodistas, mujeres que han sido activistas por la igualdad, activistas de los derechos humanos, profesores, catedráticos e incluso personas que hayan trabajado en peluquerías para mujeres.
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