Miles de jóvenes, hombres y mujeres de rostro aniñado, conmemoraron el aniversario 29 del alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Fueron sus abuelos y tatarabuelos los que iniciaron la organización indígena que fue el parteaguas en la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas y declararon la guerra al gobierno mexicano, ahora ellos y ellas tienen la encomienda de continuarlo.
Ese fue el mensaje que se dio en los centros de reunión donde celebraron con bailes, justas deportivas y una demostración de las fuerzas insurgentes el levantamiento zapatista de 1994.
“Sigan en lucha, sigan en resistencia. Todavía no se acaba el trabajo. Se vienen cosas en las que se necesita la colaboración de las comunidades. Les pedimos a las nuevas generaciones que aprendan la forma de organización, que aprendan a trabajar dentro de sus pueblos y comunidades”, fue el mensaje de uno de los mandos del EZLN, en el Caracol Jacinto Canek también llamado “Flor de nuestra palabra y luz de nuestros pueblos que refleja para todos”, cuya sede se encuentra en el centro de capacitación CIDECI-Unitierra, del municipio de San Cristóbal de las Casas.
Ahí, entre las instalaciones que sirven como talleres de oficios, salones de estudio, bibliotecas, auditorio y albergue a donde asisten todos los días del año jóvenes zapatistas, se efectuó una de las celebraciones que se replicaron en cada sede del EZLN a lo largo del territorio indígena de Chiapas.
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En el Caracol Jacinto Canek hubieron ancianos, ancianas, también hombres y mujeres de edad adulta, pero quienes prevalecieron fueron las juventudes zapatistas que constituyen la cuarta generación de quienes integran el movimiento insurgente.
La mayoría con el rostro descubierto, a diferencia de los adultos acostumbrados a usar el pasamontaña que se constituye como un elemento identitario del EZLN, las juventudes celebraron los 29 años del alzamiento armado.
Hubo dos escoltas que le dieron formalidad al acto, una que portaba la bandera de México y otra con la bandera zapatista, una estrella roja sobre un fondo negro.
En esta última, la abanderada era una mujer joven con uniforme de miliciana -pantalón verde y camisola café-, a su izquierda estaba un hombre cuyas arrugas que asomaban por el pasamontaña denotaba tener más de 50 años; el resto de la escolta eran hombres fuertes con porte y movimientos que evidenciaban tener entrenamiento de quienes forman las milicias zapatistas.
El discurso político que se dio poco antes de las 12 de la noche del 31 de diciembre en este centro de reunión, estuvo a cargo de una mujer y un hombre dirigentes del movimiento armado.
“Estamos unidos para recordar esta fecha que es de importancia para nosotros. Tal vez sean solo unas horas que vamos a estar juntos, pero estamos recordando una fecha que es importante para todos. Una fecha en donde personas dieron su vida para que nosotros pudiéramos tener una buena vida, alcanzar el buen vivir”, dijo en tsotsil, el idioma indígena de la región, la dirigente zapatista.
También les recordó a quienes murieron en 1994, durante los primeros minutos y días del alzamiento armado; les recordó las demandas enunciadas en su primer pronunciamiento: trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz; y la vigencia de estas demandas que no han sido subsanadas por el gobierno mexicano.
“Es de suma importancia recordar a todos los que perdieron la vida, a hombres y mujeres que murieron en esos días difíciles. Sigan trabajando en unidad. Es un largo caminar que ya está andado, que los que murieron dejaron. Seguimos en busca de justicia”, explicó la dirigente zapatista.
En su turno, al hablarles a las y los asistentes, en nombre del EZLN, uno de los líderes habló directamente a las juventudes del zapatismo y les dijo: “es importante que las nuevas generaciones aprendan para que pueda seguir la organización. No cambien su forma de pensar, honren a quienes murieron por la organización y porque sigan los pueblos siendo comunidad”.
También, en tostsil, les recordó que el trabajo y lucha del EZLN tiene nuevos retos que deberán afrontar, “sigan en lucha, sigan en resistencia. Todavía no se acaba el trabajo”, les insistió.
“No cambien su forma de pensar, sigan así, sigamos pensando así porque hasta ahora la organización ha caminado bien y seguimos el legado y el pensamiento de los que ya murieron. Y si bien se ha transformado, esto ha sido en comunidad, por lo que es importante que sigamos aprendiendo todo esto”, dijo a quienes atentos escuchaban sus palabras.
Casi a la media noche, mientras celebraban con juegos pirotécnicos, las y los zapatistas pregonaban sus consignas: “¡Viva el EZLN!, ¡Viva el 29 aniversario del levantamiento armado! ¡Vivan las insurgentas! ¡Vivan los insurgentes! ¡Vivan las milicianas! ¡Vivan los milicianos! ¡Viva el Subcomandante Insurgente Pedro! ¡Vivan todos los caídos y caídas! ¡Viva la resistencia y rebeldía!
¡Viva el subcomandante insurgente Moisés!, ¡Viva el Subcomandante Insurgente Galeano! ¡Viva Chiapas! ¡Viva Chiapas! ¡Viva México!, ¡Viva México! ¡Viva México!”.
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