Carlos Sainz tenía una difícil papeleta de arranque en el GP de Hungría. Desde la segunda posición, arrancando con la goma media igual que su compañero Leclerc (3º), debía defenderse del monegasco y a su vez intentar atacar al ‘poleman’ George Russell.
El joven inglés de Mercedes montó la goma blanda de inicio para evitar que los Ferrari le pasaran en la salida, y lo pudo conseguir pese al buen ataque que le lanzó Carlos. El español salió bien, defendió su segunda plaza y atacó a George por el exterior de la curva 1. Sin embargo, al llevar una goma más dura y más fría de inicio, no pudo pasar al británico en tracción.
Por su parte, Fernando Alonso perdió una posición en la salida, bajando a la séptima plaza, perjudicado por irse por el interior, teniendo que frenar ante la presencia de Esteban Ocon. El asturiano se defendió de los ataques de Verstappen, que fue uno de los que mejor salió, pasando de la décima posición a la octava. Finalmente, en la vuelta 4 el neerlandés pasó al español y en el giro siguiente Pérez haría lo mismo, relegando a Fernando a la novena posición.
Uno de los grandes protagonistas en los primeros metros fue Hamilton, que con una gran salida por el exterior ganó dos posiciones y se colocó 5º. A punto estuvo de pasar a Norris por el exterior de la curva 1, pero Lando, con goma blanda, traccionó mejor.