El mercado de fichajes ha empezado con una cantidad de movimientos frenética que indica claramente la tendencia de recuperación económica del fútbol europeo.
Se han cerrado grandes traspasos, como los de Haaland o Darwin Núñez, y otros tantos jugadores libres han quedado libres de club y están valorando cual es su mejor opción. Entre estas dos opciones se encuentran los futbolistas que terminan contrato en 2023, que son unos cuantos, y forman un caso especial porque se presupone que tienen la iniciativa ya que, de no salir este verano, el club actual los verá marchar sin ver un duro.
El Liverpool es el mejor ejemplo. Sabía que Sadio Mané no estaba dispuesto a renovar y no tuvo más remedio que dejarlo salir al Bayern de Múnich por un módico precio para su calidad. Una vía que puede explorar Fabián Ruiz, centrocampista del Nápoles, que podrá dejar de una vez por todas el Estadio Diego Armando Maradona después de haberse rumoreado su adiós a lo largo de las dos últimas temporadas, las primeras con más insistencia, siendo vinculado incluso con Barça y Real Madrid. Este último, no obstante, parece que no se ha olvidado del andaluz, que pese a haber bajado el rendimiento y haber perdido incluso la condición de indiscutible en la selección española, saben que tiene fútbol para rato.
Lo cierto es que Fabián Ruiz, de 26 años, es una ganga y sería tonto el que no se aprovechara. Desde Italia, aseguran que el Nápoles estaría dispuesto a darle una salida a cambio de 30 millones de euros, menos de la mitad de lo que pedían en el 2020, cuando estaba en su mejor nivel. No solo eso, los azurri ya estarían incluso buscando un relevo para el centrocampista y este podría ser Antonín Barak, del Hellas Verona.
No es solo el Madrid el que tiene en su lista a Fabián. El Atlético de Madrid también necesita aire nuevo y el español es una gran oportunidad de mercado para darle un salto de calidad al cuadro de Diego Pablo Simeone. Eso, en caso de que el Betis no decida lanzarse a recuperarlo, un sueño del que nunca se han querido olvidar en el Benito Villamarín, campo en el que deslumbró antes de hacer las maletas rumbo a Nápoles. A ver quien se lleva la carrera