Quedan solo 3 carreras para el final del campeonato y en el Mundial de MotoGP se parte prácticamente de cero. Pecco Bagnaia, con una segunda parte de temporada espectacular, ha podido reducir toda su desventaja respecto al francés a solo 2 puntos, con Aleix Espargaró al acecho a 20 puntos. Hace 7 carreras, después de ganar el GP de Alemania, el actual campeón del mundo salía de Sachsenring como claro líder, con 38 puntos de margen sobre Aleix Espargaró y tenía al que ahora es su principal rival por el título, Pecco Bagnaia, muy lejos: a 91 puntos. Desde entonces, el italiano, a lomos de una Ducati superior, logró 4 triunfos consecutivos, fue segundo en Aragón, tercero en Tailandia y tenía todos los números de estar liderando ahora el Mundial si no se hubiera ido al suelo en Japón. Ese ascenso de Pecco coincidió con un enorme bajón de Fabio, que solo ha conseguido un podio en las 7 últimas citas con su segunda posición en Austria. Hace dos semanas, en Tailandia, quería reaccionar pero todo le salió mal. Se hundió bajo la lluvia de Buriram, y con ello, su ventaja tras ser 17º en aquella cita. Ahora, Fabio afronta la primera de estas tres finales, en Phillip Island este fin de semana, con la meta de resurgir de sus cenizas. Y deja algo muy claro: no está preocupado ante la presión de Bagnaia.
“Después de la decepción en Tailandia, pude concentrarme en prepararme para esta parte final de la temporada. He pasado la semana entrenando y preparándome porque las próximas dos carreras son consecutivas y van a ser muy importantes, pero no estoy preocupado”, apuntó en un comunicado del equipo Yamaha.
“El campeonato está igualado ahora, por lo que es una cuestión de hacerlo lo mejor posible, trabajar bien juntos como equipo y anotar tantos puntos como sea posible”, agregó Fabio, sin una varita mágica para sacar adelante su difícil situación más que el trabajo bien hecho.
En Tailandia demostró un buen ritmo en seco, pero se hundió en agua. Por suerte para Fabio, el tiempo de Tailandia no debería reproducirse este fin de semana en Australia. La lluvia no le va nada bien y parece que solo podría aparecer el viernes. Para el sábado y el domingo, las probabilidades de que el agua caiga sobre esta mítica pista se reducen a menos del 20%. En seco, Fabio espera poder defenderse con mayores armas, y no solo eso, atacar en busca de dar un golpe importante para ir a por su segundo título de MotoGP.
Quedan solo 75 puntos en juego y cada uno de ellos cuenta y mucho. Solo dos puntos les separan a Fabio Quartararo y Pecco Bagnaia. El vigente campeón del mundo de MotoGP deja claro que no ha dicho su última palabra.