DETROIT — El exrepresentante federal John Conyers, el legislador de raza negra con más tiempo de servicio y cuya postura liberal en materia de derechos civiles lo convirtió en una institución política en Washington y en su natal Detroit a pesar de varios escándalos, falleció el domingo. Tenía 90 años.
Conyers, uno de varios políticos de alto rango involucrados en acusaciones de acoso sexual en 2017, murió en su casa, informó el cabo Dan Donakowski, portavoz de la policía de Detroit. Su deceso “parece ser por causas naturales”, añadió.
Se le consideraba el decano de la bancada negra del Congreso, que ayudó a fundar.
Conyers se convirtió en uno de apenas seis miembros de raza negra de la Cámara de Representantes cuando ganó su primera elección por apenas 108 votos de diferencia en 1964. Ese fue el comienzo de más de 50 años de dominio electoral: Conyers ganaba regularmente los comicios con más de 80% de aprobación, incluso después de que su esposa fue a prisión por aceptar un soborno.
La lealtad de los votantes le ayudó a Conyers a decir lo que pensaba. Criticó tanto a republicanos como a colegas demócratas: En 2004 dijo que el entonces presidente George W. Bush “ha sido un desastre absoluto para la comunidad afro-estadounidense”, y en 1979 llamó al entonces mandatario Jimmy Carter “un ‘nerd’ bienintencionado, demente, honesto e incorregible que no irá más allá de su primer período”.
A lo largo de su carrera, Conyers utilizó su influencia para impulsar el respeto a los derechos civiles. Después de una lucha de 15 años, obtuvo la aprobación de una medida para declarar día feriado nacional el natalicio del reverendo Martin Luther King Jr., el cual se celebró por primera vez en 1986. A partir de 1989 presentó regularmente un proyecto para estudiar el daño que causó la esclavitud y la posible compensación para los descendientes de esclavos. La propuesta nunca pasó más allá de una subcomisión de la cámara baja.
El reverendo Jesse Jackson declaró el domingo que de no ser por Conyers no habría feriado en honor a King.
La oficina del distrito de Conyers en Detroit le dio trabajo a la legendaria activista por los derechos civiles Rosa Parks desde 1965 hasta su jubilación en 1988. En 2005, Conyers fue una de 11 personas que ingresaron al Paseo de la Fama Internacional de los Derechos Civiles.
Pero después de una carrera de casi 53 años, se convirtió en el primer político del Capitolio en perder su trabajo en medio de una serie de acusaciones de agresión sexual que se presentaron en todo el país. Una exasistente aseguró que fue despedida por rechazar sus insinuaciones sexuales, y testigos indicaron que vieron a Conyers tocando de manera inapropiada a empleadas o solicitándoles favores sexuales.
Él rechazó las acusaciones pero a la larga dejó el puesto, diciendo que lo hacía por razones de salud.