Ferrari está en una nube en Mónaco, pero de puertas hacia afuera todos mantienen un perfil bajo, sin querer celebrar nada antes de que suceda. En Ferrari sufrieron tanto el pasado año que, pese a que todo indique que este fin de semana puede ser claros aspirantes al podio e incluso a algo más, hasta que la pista no lo confirme el sábado en clasificación y el domingo en carrera, no quieren dar nada por hecho. Han aprendido que no deben elevar las expectativas tras el chasco de 2020. Pero por mucho que quieran tampoco pueden esconder la sonrisa que se le dibujó este viernes bajo la mascarilla a todos en el equipo de Maranello al ver sus dos coches al frente de la tabla de tiempos en la primera jornada de entrenamientos del GP de Mónaco.
Sus mejores previsiones se cumplieron, aunque no quisieran reconocerlas. Desde hace semanas que se sabía que Ferrari tenía la cita monegasca entre ceja y ceja, consciente de que las características del trazado monegasco eran idóneas para que el equipo italiano aspirase a su mejor resultado del año junto a otra pista en la que Ferrari puede bordarlo como Hungría. Su ritmo en curva lenta es muy buen y se confirmó el jueves en el asfalto del Principado, con Leclerc liderando la jornada pese a tener que pasarse todos los Libres 1 en el garaje por un problema en la caja de cambios.
“Me sorprendió bastante que terminara así porque aquí es importante dar tantas vueltas como sea posible y en la FP1 solo hice cuatro. Me sentí cómodo en la FP2 con el coche y logré hacer una buena vuelta, aunque todavía tengo un poco de margen. Mercedes y Red Bull, sin embargo, tienen más. Todavía no somos optimistas, parece demasiado bonito para ser real. Esperamos al sábado y solo allí veremos dónde estamos”, dijo el monegasco.
Por su parte, Carlos Sainz optó por poner los pies en el suelo y llamar a la calma ante la euforia que el resultado ferrarista podía generar entre los ‘tifosi’, necesitados de una gran alegría.
“Llevamos diferentes cargas de combustible y configuraciones, todos los pilotos empujan de manera diferente… Hay tantas cosas que comprobar… Parece que estamos muy cerca pero tenemos que esperar al menos a la FP3 porque las cosas cambian mucho del jueves al sábado. Pero es bueno ver que podemos aspirar a posiciones importantes, es alentador para el equipo y el coche en las curvas va bien“, comentó Carlos, que no se fía ni de Red Bull, ni de Mercedes.
Binotto saca pecho de Leclerc y Sainz
Mattia Binotto, jefe del equipo Ferrari, tampoco podía esconder su satisfacción por el rendimiento de su monoplaza, pero a su vez, quería rebajar las expectativas. No obstante, demostró su plena confianza en las manos de sus dos pilotos, Charles Leclerc, al que ve capaz de lograr algo más que una cuarta plaza, y un Carlos Sainz del que tuvo grandes palabras, consciente de que el madrileño se encuentra aún en pleno proceso de adaptación al coche.
“Es cierto que en la clasificación de Mónaco todos podemos estar muy cerca y unas centésimas de segundo pueden marcar la diferencia. El piloto puede marcar la diferencia. Aquí Leclerc
demostró ir muy bien y ya este año en la clasificación demostró mucho con varios cuartos puestos. Esta es la posición a la que debe aspirar (4º), pero quién sabe si podrá hacer algo mejor“, comentó Mattia.
“En cuanto a Sainz, está ganando confianza en el coche. Está creciendo, esta es una pista que le gusta y creo que es un reto interesante para él con el que medirse en este sentido para acercarse lo más posible a Charles”, añadió el ingeniero de origen suizo.
Source link