La situación en Ferrari ha cambiado mucho. Se ha pasado de lograr el subcampeonato de F1 y mirar con optimismo el Mundial de 2023, a un contexto lleno de dudas con el anuncio oficial de la aceptación por parte de Ferrari de la “dimisión” de Mattia Binotto al frente de la escudería.
Sin el adiós de Binotto, el equipo podía centrarse en aspirar a todo en 2023, consciente de la necesidad de corregir sus muchos errores, pero a la vez, con una muy buena base: un coche que a principios de año peleaba por triunfos y que debería hacerlo también en 2023. Uno de sus grandes problemas de 2022, la fragilidad del motor, debería resolverse, y más con un técnico tan especializado en motores como Binotto como jefe de equipo para supervisar que nada falle. Este año se congelaban los motores y es lógico que Ferrari buscase la máxima potencia antes que la fiabilidad, pero para 2023 la fiabilidad no debía ser un problema. Y además, llegaban con Charles Leclerc y Carlos Sainz al máximo nivel, como se vio al final de curso. Estabilidad y continuidad para ir a por todas. En 2021 pulieron los errores de 2020 y en 2023 debían hacer lo mismo en relación al 2022.
Pero ahora todo ha cambiado. A cuatro meses del inicio de un Mundial 2023 donde el objetivo es ganar, el equipo no tiene capitán general. Ferrari anunció el adiós de Binotto sin contar con un reemplazo.
Ahora, la pregunta principal es clara: ¿Quién ocupará el lugar de Mattia? Se rumorea que los italianos tantearon a Christian Horner (Red Bull) y Andreas Seidl (McLaren), pero que ambos rechazaron ese destino. Y es que ponerse ahora al frente de esta nave, con la exigencia de ganar desde el primer año, es un caramelo envenenado.
Sonó Ross Brawn, ex director técnico de Ferrari en la época dorada de Schumacher. Aunque el propio Ross, de 68 años, aseguró que se retiraría de la F1 y que vería “las carreras desde el sofá”. El nombre que suena con más fuerza es el de Frédéric Vasseur, jefe de Alfa Romeo (Sauber). Y esa posibilidad ha generado más ruido.
Italia ya presiona
“La Ferrari que viene: el plan Vasseur apuesta todo por Leclerc”, decía ‘La Gazzetta dello Sport’. La prensa italiana ya pidió durante el año que se le diera prioridad al monegasco y en este nuevo proyecto. En Alfa Romeo, Vasseur fue quien le dio la oportunidad a Leclerc de debutar y crecer en sus primeros años en F1. Y además, fundó una de las escuderías más potentes de las Fórmulas de promoción, ART, junto al hijo de Jean Todt, Nicholas Todt, ahora mánager de Leclerc.
Se desconoce la causa concreta de la marcha de Binotto, pero se especula que podría ser, entre otras razones, por su mala relación con Leclerc tras varios fallos de estrategia este año y porque Binotto no le entregó el liderato del equipo. La llegada de Vasseur sería buena para Charles y una incógnita para Sainz.
Sainz tiene que ir a lo suyo
Por suerte para Carlos, el coche de 2023 ya está hecho y está creado con la meta de que pilote más cómodo. Deberá jugársela al inicio de curso y tratar de empezar por delante de Charles. Aunque de momento, el entorno de Leclerc se encargó de calmar las aguas. Según ‘Motorsport’, Leclerc aceptará empezar con igualdad de oportunidades con Sainz, pero pide que en un punto concreto del año el equipo se centre en favorecer a un líder. Carlos deberá dar un golpe sobre la mesa en las primeras careras del curso. Será el crono el que decida.
Ferrari quiere un perfil gestor que actúe y no deje que los errores se repitan. Ese fue uno de los errores de Binotto, que siempre defendió a sus empleados. Mattia, tras 28 años en la empresa, con amplios conocimientos de motores, técnicos y de creación de coches, se convierte en un objetivo llamativo para muchos equipos. Ese es otro mal no calculado por Ferrari. Podrían fortalecer a un rival con uno de sus mejores activos